Yo Campesino

¿Será peor?

• Una cosa es lo deseable y otra lo que perfila la corcholata presidencial

Miguel A. Rocha Valencia

Unos tenemos la esperanza de que dado el perfil profesional de quien habrá de sustituir, al menos constitucionalmente al ganso, de un viraje en todas las áreas de las políticas públicas y que por fin después de seis años en el poder, se deje de acusar al pasado de todos los fracasos de la 4T y asuma la responsabilidad que le toca, pues para llegar a donde está, existía un diagnóstico del país y un sexenio en el gobierno.

Pero desafortunadamente el discurso de quien asumirá la presidencia nos dice lo contrario y sus cercanos nos afirman que será más duro el gobierno próximo donde de plano la oposición no será tomada en cuenta ni para el discurso.

O sea que según algunos cercanos a la 4T, la primera presidenta si hará historia no por el cargo sino por el estilito peje y con ello el futuro cercano de un país que lleva la ruta marcada por los bártulos del Foro de Sao Paulo con el populismo más acentuado que en Venezuela, pues las expresiones populares serán desconocidas y se reducirán al mínimo que permitan las redes sociales.

Bajo el argumento de la “no represión” que en México ya se traduce en falta de aplicación de la norma, aumentará el desorden social siempre y cuando no toque al régimen y servirán como distractores o justificaciones de que aquí, se respeta el derecho a la libre manifestación, pero sin mayores consecuencias porque la demandas serán desoídas bajo cualquier pretexto.

Se trata de no resolver, ocultar los problemas bajo la alfombra como hoy se hace o simplemente dejar que el pueblo agradecido se ahogue en sus propias expresiones de desgaste y se archive como un incidente más, aún con el riesgo de la acumulación de malestar social.

Las instituciones electorales ya están cooptadas por el régimen, sus más recientes determinaciones y proyectos así lo indican tan es así que a pesar de aceptarse la intromisión ilegal del ganso en los procesos comiciales de manera determinante, nada pasará. Otorgar la sobre representación legislativa a morena y rémoras, será la joya de la corona y con ello el futuro de México.

Pasaremos de una democracia mal acabada a una dictadura perfecta, constitucional donde el todopoderoso a través de su representanta podrá modificar libremente las leyes para ajustarlas a su capricho, a su visión o conveniencia con la consigna de que los lacayos no le moverán un unto o una coma a la consigna.

De hecho el congreso (con minúscula) se transforma en una oficialía de partes del Ejecutivo incluso para perseguir a los “enemigos” del régimen llamado 4T. Porque ya se vio que el INE con Guadalupe Taddei Zavala ya lo hizo y le seguirá en consecuencia el TEPJF encabezado por Mónica Soto Fregoso, la ministra que días antes de la renuncia de Reyes Domínguez Mondragón, se reunió con el líder de la Cámara de Diputados, el morenista Sergio Gutiérrez Luna.

Las declaraciones de la futura presidenta son contundentes y ni modo que, como dice Paco Rodríguez, vaya a traicionar al traidor porque el caudillo además, la tiene bien amarrada incluso con palancas legales y una serie de compromisos que incluyen incrustaciones en el gabinete y otros ocultos para que no se desvíe de la transformación en retroceso, algo así como lo que se hizo en el Metro con el desarrollo de tecnología a la inversa para echar a volar trenes.

Claro quienes abrigamos alguna esperanza en el cambio para bien, justificamos nuestra ingenuidad en datos reales como los efectos nocivos que traería un régimen totalitario que puede cambiar las reglas sin ningún contra peso.

Están desde luego todas las calificadoras y bancos de inversión internacionales más los nacionales, así como tratados de comercio como el suscrito con Estados Unidos y Canadá y el enorme peso de la deuda que al menor pestañeo puede declarar embargos, cierres de fronteras, exigencia de pagos de intereses y capital, todo para lo cual no alcanzarían los recursos del Banco de México con sus cerca de 215 mil millones de dólares.

La deuda del gobierno según Hacienda gravita en torno al 50 por ciento del PIB, aunque hay fuentes que afirman oscila en el 52 por ciento incluyendo externa e interna.

Por eso la inestabilidad actual y que hace un tanto inexplicable porqué Banxico disminuyó en 25 puntos base su tasa de referencia que pasó de 11 por ciento al 10.75 por ciento, especialmente por los niveles alto de inflación que persisten en la economía. Raro sin duda, aunque trascendió que se trató de una decisión dividida con se impuso el voto de la mandamás del banco.

Por cierto ese dato no lo maneja el ganso en sus mañaneras, pero recibió un país con tasa de referencia del 4 por ciento y en su gobierno llegó a estar en 11.25 y con ello, incrementó los montos por pago de una deuda que creció en al menos 6.5 billones de pesos. De eso tampoco se acuerda el tlatoani. Ni modo.

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