¡Manchado!
• Dice ganso que sólo se lleva la mancha de Segalmex, pero ¿Los muertos? Y…
Miguel A. Rocha Valencia
Reconoce el profeta de la 4T que la única mancha que se lleva es el fraude en Segalmex que de 15 mil millones pasó a 20 mil, de lo que se sabe, pero se le olvidan los fraudes con vacunas, equipos médicos, los 300 mil muertos de más en la pandemia, los 200 mil asesinatos en su sexenio, todas las denuncias de corrupción de sus hijos, hermanos, primos y colaboradores.
Ni qué decir del fraude a los mexicanos con obras que triplicaron su valor y que, hasta hoy, no han mostrado más que pérdidas por decenas de miles de millones de pesos incluyendo Pemex que además de una deuda superior a los 100 mil millones de dólares, perdió el segundo trimestre de este año más de 250 mil millones de pesos.
Ahora sí que puras pérdidas derivadas de la ineficiencia, caprichos y de una corrupción que se volvió selló característico de los morenos y aliados y que se dio desde el más alto nivel hasta los municipios gobernados por los fieles al caudillo de Tepetitán.
Para el líder de los morenos entregar al país al crimen organizado que extendió sus redes de cobro de piso no sólo a centros productivos sino a las actividades comerciales y empresariales y alcanzó a estados y municipios sojuzgando gobiernos y comunidades enteras propiciando el éxodo, la huida de sus habitantes para no someterse a los delincuentes, no es una mancha, tal vez para él sea motivo de orgullo pues es un fenómeno que junto a la complicidad con los malos se hizo notorio desde que fue jefe de Gobierno donde de nada sirvieron las denuncias como las de Procéntrico.
Tampoco será mancha que por sus rencores y revanchas contra los que se fueron y quienes se atreven a pedirle que cumpla con la ley, se tiraran a la basura más de 600 mil millones de pesos por la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México más el aborto de entre 32 mil 40 mil millones de dólares de inversiones incluyendo los ochos mil de la fibra verde, dinero privado que se usaría para la construcción de la terminal aérea.
Con ese, además, se perdieron los dineros de proyectos turísticos, pero lo peor es que México perdió una oportunidad histórica de catapultarse como ombligo de operaciones internacionales que incluso opacaría a Houston o Panamá. Eso es dinero es muchísimo.
A cambio nos pusieron un aeropuertito que no resuelve los problemas derivados de la saturación del AICM, una terminal que nadie quiere, que no genera infraestructura de ninguna clase y que no es capaz de sostenerse a sí mismo y debe subsidiar a los militares que lo administran en carácter de dueños. Este año se chupó 22 mil millones y el costo del mismo corrió a cargo del erario público. Su futuro es tan limitado como su capacidad.
Para colmo en esas venganzas se le ocurre a la chachalaca tabasqueña que uno de sus rivales más odiados, más que el propio Carlos Salinas de Gortari, es el poder Judicial al cual está empeñado en destruir y dejar como herencia el estilo de gobierno totalitario, de una sola persona a cuyas decisiones nada debe estorbar y si algo es ilegal en ese proceder, simplemente debe reformarse la ley para no caer en violaciones a la norma como él lo hace cotidianamente.
Por eso hay que acabar con los actuales ministros de la suprema corte, menos tres: Loretta Ortiz, Yasmín Esquivel de Rioboó y desde luego a la ignorante de personalidad honorabilísima, Lenia Batres Guadarrama.
Es por eso que debe acabarse con las trabas que impone el poder Judicial al autoritarismo. Pero antes deberán lograr la sobre representación en el Congreso federal y la tendrán, por eso tienen ya bajo su égida a las autoridades electorales con Guadalupe Taddei en el INE y tres de cinco magistrados en el TEPJF.
Lo malo es que con todo eso, se llevarán entre “las patas” del ganso otro bonche de inversiones como la de Tesla, aunque se intente disfrazar la cancelación de la mega planta en Nuevo León con las expectativas en torno a las elecciones de Estados Unidos. La verdad es que como dicen muchos analistas, pero que precisa en Bank of America, uno de los motivos de la ausencia de inversión, será la inseguridad jurídica para la misma. Y eso no es mancha, es legado del mesías tropical a quien el temido Donald Trump ya mandó a La Chingada.
Así que el ganso se va con el plumaje más que manchado, irá a su finca que por cierto no sabemos cómo va a mantener lo mismo que los gastos de su menor hijo en el extranjero, escurriendo lodo del más apestoso de los pantanos, esos que huelen a muerte y putrefacción. ¡Felicidades!
Porque lo de Segalmex queda impune el principal responsable, Ignacio Ovalle Fernández, que ahora resulta es un retrasado mental no solo está protegido y cobrando con un cargo en Gobernación, sino, además, exonerado por el tlatoani quien afirma que se recuperó el dinero ¿Habrá alguien que le crea?