Demagogia
• Ominoso discurso cuatrotero frente a una crisis “cantada” si van reformas
Miguel A. Rocha Valencia
Resulta despreciable que en plena crisis económica donde “el dinero no alcanza” y las finanzas públicas se sostienen en base a déficit (deuda) salgan con planes constructivos tan ambiciosos que sólo en la mente calenturienta del peje se visualizan y en espejo en la de su corcholata.
Como si siguieran en campaña nos anuncian que la tarea asignada a su protegida en la construcción de trenes ya tiene apartados 300 mil millones de pesos y que en el próximo presupuesto el déficit estimado bajará del actual 5.5 por ciento a “solo” tres por ciento, lo cual nos anuncia que la deuda aumentará en al menos 800 mil millones de pesos, los mismos que se recomendaron disminuir en los precriterios de la secretaria de Hacienda para 2025.
Claro lo demagógico está en anunciar que disminuirá el déficit y que en vez de 1.5 billones esteramos entre 800 mil y un billón de pesos que se acumularán a la deuda que ya está en el 52 por ciento del PIB actual, que por cierto, se confirma por parte de los especialistas, no pasará del 0.8 por ciento en todo el sexenio del ganso. Y eso si es pírrico como diría el machuchón de Palacio, porque nos costó mucho para tan poco.
Y es que en la perversidad con que se maneja la 4T para cubrir la realidad, hay indicadores que son de preocupar y no se toman en cuenta como el crecimiento de la inflación que alcanzó el 5.61 por ciento y lleva meses al alza, por lo menos más de un año sin parar luego de aquél bajón del casi ocho por ciento de principio del 2023.
Lo grave del caso es que luego de los repuntes, la inflación general provoca que los precios no bajen, aunque el aumento sea menor cuando pierde dinámica alcista, se quedan arriba, especialmente todo lo que se considera subyacente donde están precios y tarifas de servicios y en general todo lo que compramos, rentas y licencias.
Eso lo saben el caudillo y su protegida, pero no le dan relevancia y marcan otros indicadores económicos para intentar decir que todo está bien, solo que ahora el peso también se fue para arriba y con ello se encarece la deuda, además de que las bolsas de valores muestran igual una tendencia a la baja o de pérdida. La andamos por los 18.75 la cual es la mayor depreciación en años.
En tanto el índice Nacional de Precios al Consumidor que reporta el Inegi, reportó un alza del 0.71 por ciento especialmente porque los productos agropecuarios incrementaron su valor en 3.5 por ciento promedio, aunque en los tianguis y supermercados los valores son más altos como es el caso del jitomate que aumentó 28 por ciento, cebolla 17 por ciento, chayote que ya se volvió prohibitivo subió 13.41 por ciento y en lo subyacente el transporte aéreo se incrementó más del 12 por ciento.
Un factor determinante para todo esto es sin duda la expectativa de aprobar las reformas al poder Judicial, tanto que el mismo caudillo de tepetitán pide a comunicadores armar foros con constitucionalistas para analizar el tema.
Pero más allá si es constitucional o no la reforma ordenada por el profeta cuatrotero, el hecho es que hay mucha inquietud externa a grado tal que Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, advierte que “lo ás importante es mantener una judicatura sólida” pues es pilar de un sistema de libertades.
Se requiere dijo, un poder Judicial fuerte de derecho y con recursos necesarios para funcionar.
Estos movimientos y declaraciones se inscriben en el anuncio de que se adelantan los tiempos los tiempos en la Cámara de Diputados por órdenes del mandamás para que la comisión de Puntos Constitucionales prepare cuanto antes el dictamen para discutir y votar el paquete de reformas, lo cual es signo del nerviosismo en lo político y financiero en México.
Por ello la pregunta es ¿De dónde saldrá el dinero para los trenes de que habla la presunta ganadora de la elección presidencial? Y lo mismo sería para el aumento de programas clientelares a fondo perdido en lo económico, pero muy redituable en el agradecimiento del pueblo bueno.
Por eso el calificativo de siniestras a las acciones tanto de la chachalaca tabasqueña como de su pupila que funcionan como distractores de una economía que enfrenta graves retos con todo y que las reservas internacionales vayan al alza lo mismo que la deuda pública y los intereses de la misma.
No hay mucho para dónde moverse y menos habrá si se aprueban las reformas como están y peor si gana Donald Trump las elecciones quien de acuerdo a la interpretación del ganso, ya lo mando a La Chingada
¿Por qué sería?