¿Menos violencia?
• Reconoce el ganso (al fin) que hoy hay más muertos; manipulan datos
Miguel A. Rocha Valencia
Los datos del gobierno, que no son los mismos del ganso, revelan que en México la violencia alcanza rangos de terrorismo con masacres diarias que hacen crecer la estadística de asesinatos, heridos y desaparecidos donde es cada vez más recurrente la presencia de víctimas femeninas y niños.
Tan es así que de acuerdo con el propio Inegi, la percepción de inseguridad escala a siete de cada diez mexicanos y los niveles de impunidad se mueven entre el 96 y 97 por ciento, lo cual favorece las acciones criminales donde se llega a decir que si alguien asesina a alguien, ex porque lo puede hacer sin que le pase nada.
Es decir que casi el 100 por ciento de los 186 mil 500 homicidios dolosos registrados en el actual sexenio, eso es cerca de cinco mil 500 si tienen a un presunto responsable, pero de ellos más de la mitad no se castigan ya sea por falta de pruebas o la consignación defectuosa del pliego de consignación.
Eso significa que en el tres por ciento de los casos donde se tiene a un presunto responsables, 1.5 por ciento salen libres por falta de elementos y impreparación del Ministerio Público o fiscalía.
Todo nos lleva a impunidad y en ese caldo de cultivo, la cifra negra de delitos no denunciados, especialmente secuestro, robo por asalto, fraude, despojo y lo que hoy se denomina “pago de piso” que no es sino extorsión llega a niveles inimaginables debido a dos factores principales: el miedo a las represalias y la sospecha de contubernio de los criminales con la autoridad.
Es por ello que los especialistas en criminología apuntan que la gente prefiere quedarse con “su golpe” que denunciarlo pues tienen temor a la que les pasará, dando pie a que el delito se repita cuantas veces quiera el delincuente.
Por eso es que el ganso asegura que a pesar del aumento en los asesinatos que de por sí son violentos, hay una disminución en los delitos de alto impacto y por eso hoy hay menos violencia, lo cual no debe traducirse como caída en la criminalidad ya que esta última ha crecido lo mismo que la percepción de inseguridad y el número de ciudades y comunidades donde la ley del terror la imponen los delincuentes.
Para colmo, para sacar esos índices de criminalidad, es básica la información que deben aportar las fiscalías estatales, 26 de las cuales junto con la federal están en manos del caudillo de Tepetitán y desde ahí donde se “levantan las actas” o se inician las carpetas de investigación, viene el manipuleo de los números.
Organizaciones civiles relatan que no es creíble que, con las matazones de Zacatecas y Sonora, el número de denuncias haya disminuido o se diga que hay menos violencia, por el contrario, el terror es el arma principal del crimen para controlar a las poblaciones, callarle la boca e impedir que presenten denuncias donde un día matan a unos y al otro día a otros más, como afirma Manlio Fabio Beltrones.
La organización TResearch, señala que más allá de los casi 187 mil asesinatos registrados hasta hoy, debe subrayarse el crecimiento en el número de mujeres y niños que mueren de manera violenta y que por esa misma razón hay cerca de 250 huérfanos de los cuales casi nadie habla y que son víctimas colaterales de esa violencia criminal.
Frente a esto, el profeta de la 4 T afirma que sólo se trata de politiquería, que pese al mayor número de muertos hay menos violencia y que al final todo lo que se diga en contrario es para afectar a su gobierno por parte de los de siempre, los neoliberales, los mafiosos del poder, la oligarquía y en suma, sus enemigos. Como debe ser, el ganso es la víctima de este complot criminal donde los muertos son parte de esa puesta en escena para hacerle daño.
Es tema es qué va a pasar cuando por ley deba dejar el poder y no tenga la tribuna de Palacio Nacional para acusar y ofender a todo aquél que le venga en gana, condenar, enlodar o quemar en la hoguera de la deshonra y él sea un civil más corriente que común y deba sujetarse a reglas del juego.
Qué le va a pasar cuando deje de ser la Ley…