Caros cimientos
• A pesar de la creciente deuda, la economía mexicana no crece ni está mejor
Miguel A. Rocha Valencia
Al final del sexenio del ganso México tendrá una deuda superior a los 18 billones de pesos, lo cual equivale a que cada ciudadano de este país deberá entre 177 mil y 180 mil pesos o sea mucho más de lo que un trabajador promedio gana en un año. Lo que es peor recurrir al endeudamiento no ayudó a impulsar el crecimiento o el desarrollo del país.
Por el contrario, el endeudamiento que para algunos analistas “aguanta” otro estirón pues “sólo representa el 52 por ciento de la economía”. Y todo eso me recordó a aquellas familias o personas acostumbradas a pedir prestado sin que eso se refleje en una mejora en el hogar, por el contrario, es un signo de empobrecimiento, lo mismo que el uso indiscriminado de las tarjetas de crédito.
Finalmente, esas deudas se deben pagar con sus respectivos intereses que en el caso de México serán alrededor de un billón 300 mil millones de pesos, es decir caso el porcentaje solicitado para déficit en el ejercicio fiscal y que podría llegar a 1.5 billones o más.
Todo este embrollo de dinero que como insistimos no se refleja en mayor bienestar para los mexicanos, ya que, si por un lado a través de las dádivas sacó a cinco millones de la pobreza extrema, a una cantidad similar la hizo caer en la pobreza laboral derivado de la inflación que no se puede contener ni con los aumentos salariales que tanto presume la 4T.
Lo peor de todo es que esa tendencia como ya lo hizo saber la corcholata presidencial, no va a cambiar si llega a la presidencia de la República ya que de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria lo más que podría suceder es disminuir el nivel del déficit público a través de recortes como lo plantean los precriterios de Política Económica anunciados por Hacienda para 2025 donde se plantea “históricamente” una disminución presupuestal de 850 mil millones de pesos y que la austeridad republicana y la pobreza franciscana se vuelvan característica de un régimen.
Es decir, plantea dar para atrás a lo actual que, con todo y un crecimiento del tres por ciento, dejaría un sexenio con uno por ciento de aumento del PIB. Hacienda con ello, nos está diciendo que el objetivo de empobrecer a la población va por buen camino.
NO se trata de sacar a los pobres de su miseria sino hacer de México un país de miserables, socializar la pobreza, no repartir riqueza.
La alternativa según el CIEP es que el endeudamiento siga creciendo y con ello el pago de intereses que para 2025 podría superar el billón y medio de pesos dadas las altas tasas a que se colocaron los débitos de los dos últimos años que oscilan entre el 11 y 11.5 por ciento.
De hecho dicha “deuda no estaría necesariamente impulsando la economía y las obligaciones seguirían creciendo para las futuras generaciones”, señaló el organismo en un análisis, especialmente por la tendencia al gasto social que para este año superará los 700 mil millones de pesos, mientras que las obras presidenciales se llevaron cerca de 450 mil millones más, a los cuales habrán de sumarse subsidios para mantenimiento y pago de nómina como sucede con el Tren Maya, Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía.
Todo esto implica que del posible gasto de gobierno ya están comprometidos poco más de dos billones de pesos entre programas sociales y pago del servicio de la deuda. Podría ser más si se atraviesan, como no es de dudarse, pagos vencidos a capital o a proveedores como en el caso de Pemex donde ya el débito se paga con dinero fiscal y este año será peor por la baja en las exportaciones petroleras a casi la mitad con lo cual los ingresos de la paraestatal se van a caer.
O sea, puras buenas noticias dejará el tlatoani tabasqueño que muy caro nos hará pagar a todos los mexicanos la permanencia de la 4T. La verdad es que sólo vislumbramos más pobreza en puerta y una caída en las clases medias con un nivel de vida que se va deteriorando lo mismo que la productividad que se ha caído de un 16 por ciento anual.
De eso se trata la 4T, pobreza, caída en el desarrollo, calidad de vida y crecimiento, veremos si los mexicanos lo aceptamos con nuestro voto.