¡Cállate chachalaca!
• Convertido en delincuente el ganso hace campaña a favor de su corcholata ¿Preocupado?
Miguel A. Rocha Valencia
Todo lo que criticó en el pasado hoy el ganso, lo asume como su derecho a expresarse sin importarle que como presidente viola le Ley electoral mientras el INE de Guadalupe Taddei es incapaz de ponerle un alto y acusarlo formalmente.
Lo curioso es que según las encuestas todo está a favor de la corcholata presidencial con ventajas hasta de 60 puntos sobre Xóchitl Gálvez Ruiz y ya tienen ganada la elección del dos de junio con carro completo. Eso dicen los jilgueros oficialistas y oportunistas que le alzan la mano como triunfadora de debates inexistentes.
Todo ello a pesar de la campaña plana donde la continuidad o la construcción de un segundo piso de un proyecto que plantea un retroceso para México y donde el caudillo de Tepetitán debe asumirse como jefe de campaña para golpear a la oposición desde la más alta tribuna del país a pesar de la prohibición legal, pues está en modo de “jefe de campaña” de una protegida que no levanta ni entusiasma porque anuncia más pobreza para un país donde el número de miserables se incrementó a pesar de los demagógicos macroaumentos salariales que se hicieron humo con la carestía.
Hoy se gana más en pesos, pero el salario alcanza para comprar cada vez menos y se incrementó el número de pobres alimentarios en más de cinco millones de trabajadores según la encuesta del Inegi, además de que hay más desamparo laboral al incrementarse hasta el 52 por ciento la informalidad esa donde no hay prestaciones sociales y claro, tampoco pago de impuestos.
Esta vez el caudillo se abrió de capa y a pesar de los números favorables se lanzó ilegalmente y con todo contra la oposición con un llamado dirigido especialmente a los jóvenes seguramente aspiracionistas para que “procuren no adherirse al movimiento conservador porque eso los va a convertir en malos ciudadanos”.
De plano y en lo que muestra una realidad diferente a la que nos pintan algunas encuestas, el ganso dijo que los opositores son “gente de malas entrañas, es gente hipócrita y personas corruptas”.
Seguramente hizo una pausa por el mordisco de lengua que se dio pues los 800 mil muertos de la pandemia, los 183 mil asesinados y 47 mil desaparecidos, las madres buscadoras, niños y mujeres con cáncer, los papás de los 43, los afectados por el cierre de guarderías, de las escuelas de tiempo completo, empresarios perseguidos y chantajeados, los cientos de miles de personas sojuzgadas impunemente por el crimen organizado y más, le dirían mentiroso y lo colgarían como uno de los presidentes más corruptos, traicioneros e hipócritas que ha dado el país.
Ain que nadie le preguntara en su mañanera, se fue con todo contra la oposición y obviamente raspó a la candidata opositora Xóchitl Gálvez Ruiz a quien exigió mostrar las pruebas de que los hijos del mesías tropical son unos corrutos, cuando los testimonios de que son unos bandidos todos los conocemos, están grabados y escritos, amén de que sus niveles de vida sin trabajar, sólo se puede explicar por ingresos “negros” especialmente en la entrega de contratos directos a petroleras o empresas prestadoras de servicios y materiales a las obras del tlatoani tabasqueño.
Aquí si quedaría el grito del profeta cuatrotero ¡Cállate chachalaca! No sólo porque viola la ley al entrometerse en los procesos electorales con sus recomendaciones a quienes además, no lo escuchan, sino también porque está demostrado que ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, con lo cual, su tal “autoridad moral” queda en una expresión vacía, hueca y se suma a las 125 mil mentiras expresadas en las mañaneras.
Nunca como hoy vemos a un peje desesperado, enojada consigo y quienes le rodean; nunca como hoy, un presidente de la República mintió tanto ni se atrevió a convertirse en jefe de campaña de su dedazo disfrazado de encuesta donde incluso fue denunciado por los suyos aunque luego se rajaron como Marcelo Ebrard a quien tiene agarrado de “ahí”.
Y así seguirá, al machuchón de Palacio Nacional no se le pude decir que la ley es la ley y no sólo está obligado a cumplirla sino tiene el deber de cuidarla y hacer que se cumpla; ese es uno de los mandamientos a observar por parte de quien presume ser presidente y está convertido en líder de una secta llamada 4T transformada en un cártel donde todos roban y realizan convenios inconfesables pero que todos intuimos.
Y el INE, bien gracias, colonizado por el mesías tropical a través de su actual consejera presidenta quien hasta su advertencia sobre el riesgo de las elecciones por la amenaza del crimen organizado tuvo que cambiar porque del Zócalo le mandaron decir que estaba equivocada.