Candidatos huyen
• 66 secuestrados en Sinaloa no es pleito narco, sino ensayo “electoral” del crimen
Miguel A. Rocha Valencia
Balaceras, ejecuciones y secuestros del crimen organizado son el “posicionamiento” territorial previo a elecciones donde habrán de imponer a las “autoridades” civiles que más les convengan.
Más que pleito entre grupos criminales, es el adelanto de lo que nos espera durante las semanas por venir en las cuales se impondrá el miedo, tan es así que luego del asesinato de dos aspirantes a presidencias municipales de Maravatío, Michoacán pertenecientes al PAN y Morena, 34 personas decidieron abandonar la contienda.
Previamente tres aspirantes del PRD y cuatro del PRI decidieron bajarse de la contienda mientras que en el seno de todos los partidos, sin declaratoria alguna, al menos 12 precandidatos ya no se registraron. Tras ello, vino la catarata de renuncias por la ausencia de garantías para participar en las elecciones. Además, en Morelos se bajaron 12 del sol azteca.
En tanto el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla al igual que el ganso, consideraron que se trataba de hechos aislados sin ninguna relevancia y que estaba garantizada la seguridad de los candidatos.
Pero lo sobresaliente se dio la víspera de semana Santa con el secuestro de 66 personas (al menos eso dicen las denuncias, aunque se considera que son más) en diversas poblaciones de Sinaloa, hecho cuyo único precedente fue el levantó de 100 activistas y dirigentes de partido previo a las elecciones del 2021.
En esa ocasión también se registraron intimidaciones a candidatos para que ya no realizan proselitismo y posteriormente, el día de la elección como sucedió también en Sonora, todo ello registrado en grabaciones, por lo cual el caudillo de Tepetitán envió una gran felicitación a los criminales por “portarse bien”.
No hubo denuncias formales ante las autoridades electorales, aunque sí en redes donde se subieron videos de las intimaciones de gente arada en las casillas, algunas de las cuales fueron saqueadas por los malhechores.
Ahora en Sinaloa donde no aparecen ocho de los secuestrados, tampoco hay denuncia, nadie se atreve y eso significa que la operación “levantón” fue exitosa pues la gente aterrada no acusará a sus captores ni dirá cuáles fueron las condiciones por las que fueron liberadas.
También es seguro que como son “cosas que suceden” como dice el narcogobernador Rubén Rocha Moya, los liberados recibieron instrucciones ¿De qué? No lo sabremos, pero también es un hecho que los tienen vigilados y tampoco se atreverán a huir pues se arriesgan a ser asesinados.
Su fuera pleito entre criminales como dice el profeta cuatrotero, a esas personas conocidas en sus comunidades no las habrían liberado sino asesinado.
Pero la violencia sigue a pesar de que somos muy felices: en un solo día, en seis entidades distintas y distantes se registraron balaceras y ejecuciones. Tal vez el hecho más macabro y cínico, fue el abandono de seis cadáveres en las escalinatas del palacio municipal de Cárdenas, en la Huasteca donde el alcalde del Verde, Jorge Omar Muñoz Martínez sólo informó que “ya se investiga”.
El hecho más violento y diseñado paras sembrar terror fue el registrado en la vía Ocozocoautla-Berriozábal, balacera que duró 40 minutos en los que no llegó ninguna autoridad y dejó como saldo tres muertos, 12 vehículos balaceados y quemados incluyendo un ADO y un carguero.
En Paraíso, Tabasco, fueron hallados los cuerpos de seis hombres en un terreno baldío de la ranchería Tierra Adentro. Las víctimas de entre 25 y 30 años, estaban maniatados, con huellas de tortura, y uno de ellos decapitado.
Cinco cuerpos más se hallaron en la carretera Encarnación de Díaz-Lagos de Moreno, cuatro hombres y una mujer, ahí donde la gente desaparece como los cinco jóvenes cuyo paradero no se conoce a varios meses de su “levantón”.
Con todo ello, no será necesario que los criminales hagan presencia física el día de la elección. Ya sembraron el terror de manera impune incluso ante la presencia de militares y policías que pactaron, también les tienen miedo o sólo les dan abrazos.
Qué bueno que somos felices como dice el mesías tropical.
Ahora sí, nos leemos el próximo lunes…