Xóchitl ¿Sola?
*Encuestas y actitudes muestran desencanto, estancamiento y abandono ¿Ese era el plan?
Miguel A. Rocha Valencia
Dos hechos se juntaron para dar una muy mala señal para la esperanza de millones de mexicanos: Uno el que la candidata de la oposición, Xóchitl Gálvez Ruiz llamara a una coperacha entre sus seguidores para continuar la desangelada campaña que encabeza y la otra, la ausencia de estructura y coordinación de un equipo inexistente o que al menos no la arropa en sus giras ni cobertura informativa de sus eventos.
Se le ve sola, sin estrategia, desarticulada sin propuestas claras y efectivas mientras que en el frente oficialista le meten todo el acelerador, no dan “pa’ abajo” y se nota organización, con acarreados pues pero la corcholata se ve acompañada con todos los recursos públicos y de dudoso origen.
Para colmo, el periódico Reforma publicó su encuesta donde la elegida presidencial alcanza el 58 por ciento de las preferencias electorales y la opositora apenas llega a 34 por ciento con lo cual se abre una brecha de hasta 24 puntos de diferencia.
Y si de Congreso Federal se trata, la oposición está peor con un PAN desfondado que apenas alcanza 15 por ciento y un PRI que parecía morir con otro 15 por ciento y el PRD con el 4 por ciento. Con la suma de los tres alcanzan 34 por ciento, mientras morena alcanza el 46 por ciento sin sus rémoras.
Es decir que sin Verde ni PT, el partido oficial alcanzaría la mayoría calificada en el Congreso que tanto buscan en Palacio Nacional donde le apostaron no sólo a meterle todos los recursos federales y a violar la ley, incluso desde las mañaneras para lograr el objetivo.
Los opositores que más bien parecen comparsas contratados para legitimar el triunfo anunciado de la 4T ni se mueven. Apuestan tal vez a que los dueños de las franquicias agarren chamba o de plano sumarse a la aplanadora que los hará pedazos en las elecciones.
No se les ve por dónde, me recuerda la elección donde el único que no sabía en el PRI que iba a perder era Francisco Labastida Ochoa sin apoyo logístico, abandonada a su suerte, sin profesionales de la comunicación eficaces.
Aquella vez, ganó Vicente Fox con los mismos argumentos que triunfó el ganso en 2018: los errores y excesos del PRI, pero sobre todo el trauma de las devaluaciones donde millares de mexicanos perdieron su patrimonio y muchos de ellos hasta se quitaron la vida. NO fue porque un vocero y comunicador fuera muy brillante.
Recuerdo que a pesar de existir en el PRI una gran sala de prensa e infraestructura, no había información del candidato. Solo los enviados sabían lo que ocurría y los mensajes eran opacos, flojos sin articulación.
Pero más allá de eso, el caso es que el llamado de Gálvez Ruiz a una coperacha, refleja que los partidos que la lanzaron no la están apoyando con recursos logísticos ni financieros, menos con estrategia y comunicación. A lo más que llegan es a enviar sin ningún boletín o acento las versiones y videos en chats colectivos de periodistas, pero ni siquiera llegan a redacciones; no hay envíos, recomendaciones, operación con medios.
Más parecen los medios, periodistas y comunicadores los interesados en difundir y si Xóchitl se sostiene aunque sea en bajos niveles, es porque el mismo tlatoani se encarga de sacarla a colación, pero si no se metiera en materia electoral, la candidata opositora desaparecería.
Pareciera que Xóchitl vive políticamente porque en Palacio Nacional quieren tener el pretexto para hacer campaña, difundir “logros”, lavar errores, distraer la atención de los latrocinios, de la corrupción que caracteriza ya a la 4T, del baño de sangre que vive el país.
Xóchitl legitimará el “triunfo” de la 4T. No hay duda
Pero la pregunta sigue en el aire: ¿A que le tiran los dirigentes de los partidos de oposición convertidos hoy en simples comparsas? ¿Ese era el plan desde el principio?
¡Infames!