Orlando Daniel Hernández
A las 11.00 horas de hoy sonaron las alarmas sísmicas ante la presencia de un temblor de 7.1 grados en la escala de Richter y que, de acuerdo a los reportes gubernamentales de Protección Civil, tuvo como epicentro Acapulco, Guerrero.
El movimiento telúrico perceptible en el territorio estatal sorprendió a todos, a unos en sus centros de trabajo, otros en las calles, escuelas, comercios, en el auto y haciendo deporte.
A muchos, este sonido de ondas, parecía recordar aquellos 19 de septiembres de 1985 y de 2017 en donde hubo cientos de víctimas y que, por tercera ocasión, pero en el 2019 nuevamente se hizo presente.
Pero una cuarta, mucha coincidencia.
En el complejo de Ciudad Universitaria, la alarma cimbró corredores y pasillos, los alumnos nicolitas, profesores y administrativos, no perdieron el tiempo y salieron a buscar un lugar seguro ante el movimiento telúrico, de inmediato llegaron al lugar elementos de Protección Civil que evacuaron a más de 22 mil personas.
Ambulancias, equipo aéreo y terrestre fue parte del ir y venir constante en el sitio.
En su momento, todo era confusión, pero de manera rápida y en base a los protocolos se logró desalojar a las potenciales víctimas.
Y es que en algún momento hubo alerta, luego que un panal de abejas picara a varios estudiantes.
Lo anterior formó parte de un simulacro de atención como parte de las acciones preventivas por parte de Protección Civil para fomentar el autocuidado y la atención a la población y que se desarrolló en todo el país.