Orlando Daniel Hernández
Por un momento parece que todos se ponen de acuerdo y sueltan al unísono varias carcajadas.
Son las risas de cientos de morelianos y visitantes del Centro Histórico que gozan de la presencia de los payasos que cotidianamente ofrecen su espectáculo en la Plaza de Armas.
Lo mismo se entretienen niños, jóvenes y adultos que deciden parar un momento su paseo dominical para sumarse a las irreverencias que por momentos dejan plasmados en su sketch los payasos Raudel y su grupo de ayudantes.
Uno es el que se hace pasar por vendedor de garbanza quien en su parte resalta la presencia de los inspectores de mercados en vía pública del Ayuntamiento.
Es así que además de la serie de actividades decembrinas que desarrolla el gobierno local en el primer cuadro, paso obligado para quien busca un buen rato de diversión y sin gastar mucho es sumarse al espectáculo de los payasos en los llamados domingos familiares.