PODER PÚBLICO
José Cruz Delgado
Hoy más que nunca, el candidato de la alianza PRI -PAN-PRD debe salir de la sociedad civil, pues su credibilidad está está siendo minada por los ataques mediáticos de los morenistas tras el juicio de Genaro García Luna.
Ante los ojos de las y los mexicanos, el Partido Acción Nacional es tan corrupto como el enjuiciado y eso está siendo aprovechado por el Imperio morenista para sacar raja política, además les sirve de cortina de humo para tapar la fallida administración de López Obrador, los 145 mil muertos, la fallida política económica, la alta inflación, la corrupción en la construcción de obras y dependencias cómo Segalmex y el otro escándalo en el que está metida su protegida, Yasmín Esquivel, por otro presunto plagio.
Contrario a los dichos del presidente, su sexenio se perfila como el más violento en la historia del país, al acumular, incluso, más casos de feminicidio y homicidio doloso que en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
La honorabilidad de Acción Nacional está en tela de juicio, y por lo mismo debe renunciar a su pretensión de elegir imponer candidatos (as), tanto a la presidencia como a la jefatura de la Ciudad de México.
El o la candidata deben surgir de la sociedad civil, como lo reclama el Partido de la Revolución Democrática. La alianza opositora debe modificar los acuerdos políticos para que sea la sociedad quien a través de un método democrático elija a quien deba representarla en las urnas en el 2924, si es que se quiere sacar del poder a Morena y la 4-T.
Los panistas intentan defenderse de los ataques morenistas con argumentos, que si bien son ciertos, no convencen, como el que la estrategia del gobierno de López Obrador de los abrazos y no balazos a los delincuentes, así como el financiamiento de la delincuencia organizada a las campañas de Morena, ha provocado la peor expansión territorial de la delincuencia en México o que se haga justicia y que cualquier servidor o exservidor público que haya cometido un delito sea juzgado y castigado con todo el peso de la ley, independientemente de que haya trabajado o siga trabajando en cualquier administración.
Las y los mexicanos sabemos que hay presunta complicidad del gobierno morenista con la delincuencia organizada, que le ha ayudado a ganar gubernaturas en varios estados del país, así como presidencias municipales, diputaciones locales, federales y senadores, además grupos fácticos han financiado las campañas de Morena, provocado la peor expansión territorial de la delincuencia en México, el más alto involucramiento del narcotráfico en los procesos electorales y la más alta de violencia nunca antes vista, con el mayor número de homicidios y feminicidios registrados en territorio mexicano.
Lo anterior es un secreto a voces, pero ante la magnitud del escándalo en el que se enloda al PAN es peccata minuta.
Los panistas no previeron que el juicio contra García Luna los fuera a salpicar de tal manera, pese a que estaba siendo utilizado por el Emperador día tras día en las mañaneras. Pecaron de ingenuos.
Si de verdad los panistas quieren reivindicarse, deben dar marcha atrás en su pretensión de elegir candidato presidencial y que la sociedad civil decida su destino porque Morena y su dueño van atacar por todos los flancos, por eso se requiere que el candidato o candidata sea de nuestra gran sociedad, de no ser así, la derrota será desastrosa.