El estado soy yo
Abelardo Pérez Estrada*
El estado soy yo, es una frase que se le atribuye a Luis XIV, un monarca francés de mediados del siglo XVII, también llamado el Rey Sol, el monarca francés, se veía a sí mismo como un representante de Dios en la tierra y como un ser infalible, porque su poder se lo había concedido Dios, es decir un ejemplo, del poder absoluto, donde las decisiones estaban en un solo hombre y ese hombre se creía dueño de Francia.
El 16 de septiembre de 1810, inició un gran movimiento social, que después de 11 años de guerra y de muertes, culminaría con el nacimiento de nuestro país, como una nación independiente libre y soberana, terminando así con el poder del virreinato sobre México.
Años después el 5 de febrero de 1917, se firmó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde determina artículo 49, que el supremo poder de la federación se divide en 3 poderes, el legislativo, ejecutivo y judicial y que no podrán concentrarse dos o más poderes un solo individuo o corporación, partiendo de la necesidad de qué los poderes no deben de concentrarse para que se autocontrolen con un sistema de pesos y contrapesos en sus decisiones.
El estado mexicano no es de una sola persona, porque en México no estamos en una monarquía, ni en una dictadura ni nada parecido, la mejor forma de honrar nuestra independencia y nuestra constitución es respetándola.
El respeto hacia nuestras instituciones y nuestra Carta Magna debe empezar por cumplirla de manera cabal.
Lo que sucedió hace unos días, en nuestra celebración de independencia, donde el estado debió estar representado por los tres poderes y lo que vimos fue un aniversario representado y festejado por una sola persona, que como mínimo viola el principio de la división de poderes en México y manda un mensaje de absolutismo al que no debemos regresar.
El presidente López Obrador argumentó, que no invitaba los representantes del poder judicial porque tenía diferencias con ellos, alguien le debe explicar qué en un sistema de autorregulación con pesos y contrapesos, deben existir las diferencias, porque eso ayuda a controlar las decisiones de un solo hombre y eliminar el poder absoluto, la única forma de no tener diferencias entre los poderes, es tenerlos a modo o controlarlos o concentrar más de dos poderes en un solo hombre lo cual violaría nuestra constitución.
Necesitamos representantes y líderes que entiendan que el estado es más grande que ellos y que sus demonios personales, sus diferencias en ningún momento deben estar por encima de los intereses del pueblo y mucho menos de nuestras leyes
Lo que vimos fue el típico capricho de un niño berrinchudo, que al estar enojado con sus amigos les quita el balón y no los invita a su fiesta.
POSDATA:
…el poder tiende a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente, Lord Acton
¡Es tiempo de los ciudadanos! y de los 3 poderes
*Empresario, analista político, expresidente de la Canacintra