Arturo Suárez Ramírez/@arturosuarez
Estamos a cuatro días de que termine el sexenio de López Obrador, el presidente que se dedicó a la política y a las venganzas y dejó de lado su obligación de la administración pública, solo basta echar un vistazo a los números del mismo gobierno, hacer un análisis comparativo y encontraremos cual es el sitio de la 4T, un proyecto que le llevó años construir al Pejelagarto y que como buen estratega ha tirado las directrices para que su vástago ocupe la presidencia en el 2030.
No hay sorpresa, ya se venía cantando las intenciones de Andrés López Beltrán de entrar en la política, claro que son sus derechos políticos, pero como dicen “la forma es fondo”. Ahí ya como presidenta del partido del presidente, Luisa María Alcalde se aventó la frase que no había cabida para el nepotismo, y es precisamente así como llega López Beltrán. Como decía López Portillo con su hijo “el orgullo de mi nepotismo”. Ahí se ve quien manda y también como sumisos aceptan los que seguramente buscaban la Secretaría de Morena.
En fin, se habla de un cambio generacional con Luisa María Alcalde y Andy López Beltrán, más los otros juniors de la 4T que ya están operando en el gobierno y en el partido, aunque está claro que las decisiones se van a seguir tomando en Palacio Nacional o hasta la Chingada, pero la mano de su líder moral estará metida.
Es muy temprano sí, el sexenio de Claudia Sheinbaum todavía no comienza, pero la herencia ya está y el testamento de cómo se habrán de mover las cosas en los próximos años también. En ese contexto, a varios ya se les fue el tren, es muy difícil que Ricardo Monreal, Mario Delgado o Marcelo Ebrard se puedan construir otra oportunidad de buscar la presidencia, tampoco hay posibilidad del surgimiento de algún nuevo liderazgo que no convenga porque les van a tirar el manazo para apaciguarlo. Esto se trata de conservar el poder como en los mejores tiempos del PRI.
Del otro lado siguen justificando su derrota, me refiero a los de la oposición partidista, no saben que les pasó y no tienen liderazgos que sean atractivos para la ciudadanía. Ni Marko Cortés y menos Alejandro Moreno Cárdenas pueden encabezar un proyecto que aglutine a toda la oposición, tampoco Claudio X González o comunicadores que dicen haber descubierto un algoritmo de como hicieron fraude. Ahí están sus fallas de seis años y como el último proceso electoral se trató de buscar espacios, fueros y prebendas para las cúpulas partidistas, seguir ahí el tiempo que aguanten.
La oposición, integrada principalmente por el PAN, PRI y el extinto PRD, ha fracasado en articular un proyecto que logre conectar con la mayoría de los votantes, quienes continúan respaldando a López Obrador y su narrativa de “cambio”. La fragmentación interna de los partidos opositores, sumada a la falta de liderazgo claro y a una estrategia que parece enfocarse más en criticar las políticas del gobierno que en ofrecer alternativas viables, ha sido uno de los factores clave en su derrota.
Así que mientras en el partido que hoy gobierna se someten a la voluntad del tabasqueño, tienen clara la ruta para el 2030. Los de oposición no les queda más que dar gritos y sombrerazos porque proyecto no tienen, ni liderazgos… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
El propagandista y productor de narcoseries, el tal Epigmenio Ibarra, arremetió contra Miriam Moreno, reportera de Ciro Gómez Leyva. Dice que hace falta que la rocíen con más gas y que este gobierno no es represor. Solo hay que ver cómo está amurallado Palacio Nacional, San Lázaro y el Senado de la República. Vaya personaje que está fuera de sí
Escríbeme tus comentarios al correo suartu@gmail.com y sígueme en la cuenta de Instagram en @arturosuarez_.
Hasta la próxima.