Orlando Daniel Hernández
El pequeño campamento montado con casas de campaña por parte de trabajadores del Hotel Virrey de Mendoza, sigue firme sobre los portales donde se erige también el Teatro Matamoros.
Ellos buscan que les llegue la justicia sindical y lo reinstale en sus puestos.
En su lucha por tres años algunos se han bajado y aceptaron la negociación con la parte patronal, pero la gran mayoría dicen, se mantienen firmes y con la esperanza de ganar la batalla.
Y pensar que todo empezó por el reparto de propinas, recuerdan.
Ahora para poder subsistir y llevar algo a la mesa para sus hijos, realizan venta de golosinas, alimentos y refrescos.
Mientras siguen pegadas mantas y carteles alusivos a su movimiento.
Esas carpas de la ignominia, se han convertido en parte diaria de lo que vive Morelia en su primer cuadro.