Orlando Daniel Hernández
Lejos de sanar heridas siguen doliendo, aseguró el padre Gilberto Vergaara García durante la homilía celebrada en la parroquia de Aguililla a un año de los asesinatos del ex alcalde César Valencia y su asistente René Cervantes.
No fue una situación familiar sino una derrota institucional, acusó.
Agregó que fue un atentado contra un pueblo, una afrenta y una burla.
Fue un golpe certero que nos quitó el aliento, lamentó.
El prelado dijo que lejos de que la justicia se imponga, que la ley prevalezca, sólo hay silencio.
Es un silencio que parece cómplice, subrayó ante una parroquia llena de dolientes.
Los hechos que no han sido aclarados generan más dolor por su carga.