“El Cuícaras”: estrambótico payaso venido a gobernador
José SÁNCHEZ LÓPEZ
En cuatro años y medio de gobierno de CUITLÁHUAC GARCÍA JIMÉNEZ, alias “El Cuícaras”, se han registrado en Veracruz más de 5 mil homicidios dolosos, entre ellos los de siete periodistas, además de 187 secuestros y desapariciones, de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del
Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Su gobierno se ha caracterizado por nulos resultados en seguridad, economía, salud, educación y otros rubros, pero sobre todo por su prepotencia, sus arbitrariedades, su falta de tolerancia a la crítica y su terquedad que raya en lo criminal para admitir sus errores.
Reseñar su larga lista de inequidades resultaría, además de ocioso,
desagradable, sólo nos referiremos a las últimas que pintan de cuerpo entero al Cuícaras.
El 20 de mayo se trasladó a la Ciudad de México con acarreados. Se plantó frente a la SCJN con ataúdes, cruces y cabezas de cerdo con el nombre de la ministra presidente, NORMA LUCÍA PIÑA HERNÁNDEZ y de San otros siete ministros. Insultó, vociferó y se retiró.
El lunes 5 de junio ordenó detener a la jueza ANGÉLICA SÁNCHEZ HERNÁNDEZ, La detención fue hecha, sin mandato judicial, por policías y no por agentes ministeriales. La obligaron a disparar un arma, le sembraron droga y estuvo incomunicada 5 horas. El jueves 7 la dejaron en libertad por falta de pruebas, pero “el proceso sigue abierto”, amenazó el Cuícaras.
Si eso pasó con una juez ¿qué ocurrirá con un ciudadano común?
Pero, ¿quién es el Cuícaras? ¿cómo se coló a la gubernatura? ¿quién lo protege? ¿de dónde salió? ¿Por qué, pese a sus yerros y
negligencia, asegura que nada ni nadie lo podrá mover de su puesto?
CUITLÁHUAC GARCÍA, nació en abril de 1968, en Xalapa, Veracruz. Se graduó como ingeniero mecánico electricista en la Universidad Veracruzana, pero no ha ejercido su profesión. Desde muy joven le atrajo la grilla. A los 19 años se inició como activista en el Partido Socialista Mexicano.
No obstante, su participación distaba mucho a la del clásico líder, su papel no era el de manejo de masas, sino simplemente como “animador” y muy dado a las gracejadas. Fue así como se ganó el mote del payaso “Cuícaras”. Con ese apodo sería identificado en el Partido de la Revolución Democrática, que sucedió al PMS (Partido Mexicano Socialista) y posteriormente, tras desertar del PRD, se coló al Movimiento de Regeneración Nacional, aunque su encomienda siguió siendo la misma, no la de arengar y atraer correligionarios, sino sólo como bufón.
Su tarea de animador la combinó con otros estudios y así concluyó una maestría en ingeniería eléctrica en el IPN.
Su carrera nunca la ejerció, pero siguió dentro de organizaciones políticas, aunque nunca de manera destacada, siempre ocupando segundos planos, hasta que luego de 25 años de militancia, primero en el PMS, luego en el PRD y finalmente en MORENA, en 2015 dejó de ser “El Cuícaras” para convertirse en el diputado federal por el Distrito Electoral 10 de Xalapa, donde permaneció hasta el 2016.
Ya había hallado “padrino”.
Ese año decidió postularse como candidato a gobernador de Veracruz por MORENA, pero como su mecenas aún no tenía el peso político que adquiriría posteriormente perdió la contienda pero siguió a la sombra de su protector.
Ya para entonces había sido cobijado plenamente por el fundador y dueño de MORENA, cuyo triunfo inobjetable a la Presidencia de la República fue determinante para que entonces sí, CUITLÁHUAC pudiera llegar a la gubernatura del estado.
Durante su campaña como candidato, lanzó acusaciones a diestra y siniestra, asegurando siempre contar con las pruebas necesarias para proceder contra los corruptos a quienes llevaría a la cárcel.
Uno de esos señalamientos fue contra el ex gobernador MIGUEL ÁNGEL YUNES LINARES, de quien afirmó que se había asociado con las bandas delincuenciales del estado y prometió que ofrecería pruebas de la conexión entre el Ejecutivo Estatal y el crimen organizado.
Otro caso fue el del entonces secretario de gobierno de Veracruz, ROGELIO FRANCO CASTÁN, al que acusó de irregularidades durante su administración; el funcionario retó al ya gobernador a demostrar su señalamientos y le advirtió que si no tenía pruebas, que se callara.
En ninguno de esos casos ha vuelto a abrir la boca.
Todo quedó en señalamientos sin pruebas, declaraciones sin sustento, sólo para ganar titulares.
Cuando se le cuestiona ya como gobernante, respecto a lo prometido siempre ha evadido la respuesta.
Al investigar su currículum como docente, porque hasta llegó a dar clases en la Universidad Veracruzana y en el CETIS del municipio de Banderilla, se encontró que había aceptado no tener doctorado alguno, sino sólo una Estancia Doctoral o Diplomado sobre el tema de Controles Remotos para Misiles Balísticos, algo que le sería sumamente útil para gobernar Veracruz ¿o no?
De acuerdo a las calificaciones de los mismos alumnos a los que dio clases, su promedio como maestro fue el siguiente: Promedio General: 7.4/10, Número de Calificaciones: 11. Promedio Facilidad 6.4; Promedio Ayuda 7.5 y Promedio Claridad 7.3”.
Luego entonces, resulta explicable porque el estado de Veracruz está como está, hundido en una espiral de violencia, gobernado por un saltimbanqui venido a gobernante, por obra y gracia de la transformación de cuarta.
HAY PLUMAJES QUE CRUZAN EL PANTANO Y… ¡LO MANCHAN!
AU REVOIR.
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