Aprender a leer y escribir para descubrir que con estas dos fantásticas herramientas pueden viajar por el mundo a través de un libro y que no hay mejor medicina para el alma que desahogar sus emociones plasmándolas con papel y lápiz fue para Cristian, Armando, Víctor y José el mejor regalo que la vida les dio en medio de la adversidad, al integrarse a los Talleres de literatura “Héctor Belascoarán Shayne”, durante su proceso de internamiento en la Unidad Especializada para Adolescentes y Adultos Jóvenes.
Para estos jóvenes, de entre 15 y 19 años de edad, que dejaron la escuela cuando apenas cursaban la primaria, dos de ellos durante el primer grado, fue toda una aventura reencontrarse con las letras en el lugar que menos imaginaban.
Y es que no son los únicos; ellos y 30 jóvenes más en conflicto con la ley, han incursionado en el mundo de las letras a través de este taller, impulsado por el Sistema Penitenciario con el apoyo del escritor Francisco Ignacio Taibo ll, logrando en seis meses la lectura, análisis y comprensión de más de 50 libros.
En el marco de esta pasión que les ha generado la lectura también aprendieron a expresar sus emociones y sentimiento a través de la redacción y en estas 24 semanas varios de ellos han plasmado en 40 textos extractos de historia de esa vida que, aunque los llevó a tocar fondo, también les da la energía para tomar impulso y rumbo hacia su reeducación social.
En base a las acciones que el gobierno de Michoacán realiza a través del Sistema Penitenciario para la reeducación de jóvenes en conflicto con la ley y personas privadas de la libertad, ha logrado una gran empatía con la sociedad que se ha reflejado en la donación de libros y otros bienes culturales, que han permitido que bibliotecas de centros penitenciarios cuenten con bibliotecas dotadas de diferentes títulos y autores.
