Orlando Daniel Hernández
“La muerte de mi hija Jessica nos ha llevado a llevador a vivir una fuerte violencia por parte de todo un sistema, pero no hemos parado de exigir justicia”, aseguró la señora Mónica Villaseñor durante una ponencia ofrecida en esta capital en el marco del Día Internacional De la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
“Me caigo a cada rato, pero sigo adelante con el apoyo de mi familia, pero el dolor por la partida de Jessy me mantiene aplastada y acabada”, señaló.
Con voz quebrada y lágrimas en los ojos, toma aire y señala que la violencia no para, “es una realidad que está ahí, en los ojos de muchas niñas y adolescentes hay lágrimas por lo que están pasando”.
Denunció que padres y madres son los responsables desde el hogar para forjar a las personas por su bienestar, no sólo dándoles educación, tienen que estar ahí en todo momento.
Sin embargo, acusó la falta de empatía de las autoridades, quienes protegen los derechos de quienes destruyen familias, esto en alusión a Diego Urik quien fuera sentenciado por el asesinato de su vástaga la maestra Jessy y a quien le redujeran la condena de 50 a 42 años.
Y habla de realidades, lamentó que desde el interior de los centros penitenciarios trabajen por la reinserción de las manzanas podridas y sus derechos y los “nuestros”, hay que cuidar de toda la sociedad, pero quien lo hace.
Acusó además que, en medio de la violencia, los asesinos son cada vez más jóvenes nada más se piensa en la prevención, pero hay que actuar en la erradicación.
Hay que enviar mensajes en este sentido, hay que erradicar la violencia para proteger a la sociedad, sostuvo.
Tenemos que prevenir sí, pero hay que erradicar, insistió.
Y lanza dardos, ya han pasado tres años y no puedo creer que esto siga, reducen sentencias en el derecho a los jóvenes, pero mi hija también tenía derechos.
Pero no puedo hacer nada, mi frustración es mucha.
Y agrega que, desde el Cereso, Diego tiene sus derechos como es el de utilizar un celular, al internet y la comunicación.
Como entender y los derechos de mi hija.
Pero así es la ley, según tengo entendido.
Y va más allá. Tengo imágenes como este tipo trata de convencer a niñas para que vayan a verlo.
Afirma que día a día crece su indignación, pero hoy así es la vida.