PODER PUBLICO
José Cruz Delgado
Mientras que los industriales de la masa y la tortilla del municipio de Uruapan tuvieron que cerrar sus puertas debido a las amenazas del crimen organizado y viven en el terror, con la vida prendiendo de un hilo, el inútil gobernador de Michoacán Alfredo Ramírez Bedolla, abrió una ventana de la burbuja donde vive junto con su familia para decir que la seguridad en el municipio está garantizada y llamó a la calma y serenidad para realizar las actividades productivas.
Este miércoles, los dueños de los negocios de tortillerías prefirieron no abrirlos por las amenazas del crimen organizado, si lo hacían, habría consecuencias, fue la amenaza, mientras que Ramírez Bedolla les pide que abran, que continúen con sus actividades de manera normal, está claro que este inepto ni siquiera se da cuenta de lo que dice, expone a los comerciantes de ese sector al pedirles semejante estupidez.
Qué bueno que visite el municipio uruapense, que encabece la mesa de seguridad, al fin y al cabo valen para puras madres como dicen en mi tierra.
Seguramente llevará un discurso cargado de demagogia y mentiras como los que acostumbra. Si no mire usted, habla de operativos llevados a cabo en esa zona dizque para dar protección al transporte público urbano, sin embargo, continúan los ataques a ese otro sector.
Alfredo Ramírez Bedolla, el secretario de gobierno, Carlos Torres Piña, el titular de Fortapaz César Erwin Sánchez Coria y el secretario de pública, José Alfredo Ortega Reyes, son víctimas de burla de la delincuencia, se ríen de sus operativos que al fin y al cabo no los persiguen, es más, hasta los anuncian con mucha antelación para avisarles y desaparezcan mientras terminan.
La diputada por Morena, presidenta del congreso del estado, Julieta García Zepeda, tuvo el cinismo celebrar que tras la reforma que realizó la 75 Legislatura al Código Penal del Estado, el combate al delito de extorsión se haya fortalecido y existan mejores condiciones para poner fin a la impunidad de este flagelo.
Pero los hechos dicen todo lo contrario, las denuncias de extorsión están a todo lo que da en todos los municipios de Michoacán, aunque las autoridades digan lo contrario, sino que les pregunten a los productores de limón, pepino, sandía, mango y toronja, por mencionar algunos, como les está yendo con las extorsiones, así que no vengan con el cuento de que con dicha ley se están reduciendo.
El otro inútil, Carlos Torres Piña, ante su incapacidad sacó la puntada de decir que el cierre de tortillerías se le atribuye el hecho a la persecución del delito de extorsión en el estado, nomás para que vea usted que pendejadas, y disculpe el léxico, pero es la verdad.
Claro que no habrá denuncias, pues están amenazados de muerte, a poco creen las autoridades que los dueños de negocios tortilleros va a ser tan tontos como para denunciar y poner en riesgo su vida y la de sus familias.
Pese a que en la mayoría de los municipios existe el delito de extorsión como muchas veces lo ha denunciado el diputado federal perredista Francisco Huacuz Esquivel, el funcionario dijo que Uruapan es el único municipio del estado que tiene identificadas problemáticas de inseguridad para el comercio y transporte público, y no mencionó Hidalgo, Apatzingán y Buenavista, donde el problema es muy grave.
