El sexenio de la corrupción y la impunidad
José Cruz Delgado
No, este gobierno que encabeza la chachalaca tabasqueña no es igual, resultó peor que los anteriores, más corrupto, y la impunidad con la que roban sus cortesanos no tiene límites y se amparan en la impunidad que les otorga el manto protector de su Excelencia Andrés Manuel López Obrador.
El enriquecimiento inexplicable de sus descendientes es prueba de ello, vienen con todos los lujos jamás imaginados a través del tráfico de influencias.
¿De dónde sacaron tanto dinero para darse vida de lujos y derroches si nunca han trabajado?
Atrás quedaron los departamentos y casas humildes, la chachalaca prefirió vivir como Monarca en el Palacio Real, todo pagado por los pobres que tanto dice querer y que son utilizados con fines electorales, una vez dijo que los ignorantes votan por Morena y que mientras haya más analfabetismo más apoyo tiene su partido.
Sin duda, este sexenio ha sido el peor en la historia de México y se le recordará por el desmantelamiento de sus instituciones y ataques a quienes no están de acuerdo con la destructora cuarta transformación.
Para este sujeto mientras más pobres es mejor, así utiliza los recursos públicos para tenerlos comiendo de su mano, por eso canceló programas sociales y promueve la pobreza porque los pobres son parte de su estrategia electoral.
Todas las promesas de campaña las echó por la coladera.
El campo abandonado, políticas económicas fracasadas, el sector salud en estado agónico, la inseguridad cada día peor, aumentó el número de pobres y sigue destruyendo al país y confrontando a las y los mexicanos por su sed insaciable de venganza que no límites.
Su bandera de acabar con la corrupción y la impunidad fue una falacia y la honestidad que presumía es pura hipocresía.
Al ejército lo empoderó, le dio más poder a cambio de lealtad y utilizarlo para cuando se ofreciera. En una palabra, el ejército vendió su lealtad al presidente y dejó de lado al pueblo que antes protegía.
No es descabellada la idea de que si en el 2024 su partido perdiera las elecciones utilizará a las fuerzas castrenses para anularlas.
Tampoco es descabellado que si la oposición gana la mayoría en el congreso lo quiera desmantelar, como sucede en países dictatoriales.
