Ramírez Bedolla hizo el ridículo
José Cruz Delgado
*Octavio, Brissa y Helder Valencia, los ahijados de la traición
Ni con acarreo, entrega de despensas y dinero en efectivo logró el gobernador morenista de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, llenar el estadio Morelos dónde por capricho rindió el tercer informe de su fallido gobierno. Quiso mostrar músculo para llamar la atención de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, pero mostró debilidad, quedó más que evidenciado que no goza de la simpatía del las y los michoacanos.
En el acto circense montado por Ramírez Bedolla, la oposición brilló por su ausencia, fue una oposición sometida que no se atrevió a denunciar el grave problema de la inseguridad, a excepción del diputado y presidente del PRI Memo Valencia Reyes, quien en su intervención dijo que los problemas de Michoacán deben hablarse, como la inseguridad que se vive en Tierra Caliente y en el municipio de Cotija.
“Hay que hablar de los problemas, gobernador, hagamos lo que tengamos que hacer para ponerle un alto a la delincuencia organizada que sigue haciéndole daño a todos los michoacanos sin distinción de partidos políticos”, afirmó.
Reiteró que solo con unidad de todos los sectores en el estado se podrá resolver la inseguridad que prevalece en la Tierra Caliente, y poner un alto a problemas como las extorsiones a los productores de limón, las cuales no han sido erradicadas por las autoridades.
“En Tierra Caliente siguen los grupos del crimen organizado extorsionando a los limoneros, a los ciudadanos, a la gente de bien y debemos de buscar la forma de ponerles un alto a los delincuentes”, insistió.
La inseguridad fue un tema que las y los legisladores subordinados no se atrevieron a tocar para no contrariar al gobernador quien no discimulaba su malestar e vergüenza que el pueblo bueno y sabio le hizo el vacío, le hizo el “fuchi caca”.
Bueno, Memo Valencia le recordó que la delincuencia organizada es y sigue siendo un obstáculo para que haya normalidad democrática en el municipio de Cotija. El priista mencionó que el priismo ha sido solidario con las causas buenas del pueblo, pero aclaró tienen muy claro que quien a todo dice que sí, no es un aliado, es un cómplice, pero también que quien dice a todo que no, no es un opositor, es un obstáculo para el desarrollo de Michoacán.
Tiene razón, y siempre lo he dicho, después de las elecciones terminar los colores y se debe gobernar sin distinciones partidistas, sin embargo, está administración gobierna para su feligresía de Morena.
Quien andaba que no lo calentaba ni el sol pese al fuerte calor, era el presidente de Morena, Juan Pablo Celis Silva, a quien le salió el tiro por la culata, pues era evidente el vacío en el Coloso del Quinceo (Estadio Morelos). Fue tan aburrida la sesión solemne que los acarreados, perdón, los invitados fueron poco a poco abandonando el recinto, pues los oradores se desvivieron en alabanzas y los hacia Ramírez Bedolla, excepto, como lo dije, del priista Memo Valencia Reyes, que durante su discurso llamó la atención de los presentes por su crítica a la falta de seguridad.
Fue el único que tuvo los arrestos para decirle al gobernador en su cara que es necesario poner un alto a la delincuencia organizada porque es un problema que sigue haciéndole daño a todos los michoacanos, sin distinción de partidos políticos.
Hubo muchos oradores de todos los partidos políticos e independientes que se desvivieron en alabanzas al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, durante su tercer informe de labores, pero nadie se atrevió a cuestionar su fallida administración.
En el estadio Morelos instaló su carpa de circo y para que la feligresía de Morena acarreada le rindiera culto.
Pero el tercer informe de Ramírez Bedolla ¡fue horrible, fue horrible!
OCTAVIO, DE OPOSITOR A SERVIL
Quien de plano mostró su entrega y servilismo a Ramírez Bedolla, fue el presidente de lo que queda del PRD, Octavio Ocampo, quien en antaño fue un fuerte crítico del oficialismo (Morena) y desde el proceso electoral pasado se convirtió en un manso cordero y hasta defendió de las críticas a su nuevo patrón por realizar el tercer informe de gobierno en estadio Morelos, cuando antes calificaba los eventos de Ramírez Bedolla de populistas y de gastarse el dinero del pueblo habiendo tantas necesidades.