Prepotencia y despotismo en la clínica 85 del IMSS Tarímbaro.
José Cruz Delgado
anacionaldeinformacion@yahoo.com.mx
Este lunes conocí las penalidades que tienen que pasar los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para obtener una cita médica.
Ya había denuncias de que en la clínica 85 ubicada en el fraccionamiento Metrópolis, del municipio de Tarímbaro del pésimo servicio que supuestamente presta la institución, pero quise comprobarlo.
Al filo de las 9:30 horas arribé a la clínica y lo primero que hice fue preguntar dónde podía sacar una cita para el turno de la tarde, y tuve la desgracia de ir con una señorita asistente de médicos que estaban en el área de consultorios que, por cierto, contestaron de mala gana y una de ellas de manera déspota me envió a otro lugar.
Me dirigí al sitio indicado y pregunté a otra dama y pasó lo mismo. Me dijo que preguntara a las personas que estaban en la sala de espera quien tenía la lista del consultorio 5, y así lo hice, pregunté y una señora de manera amable me dijo que ella la tenía, que me anotara. Había seis personas por por delante, yo era el número siete.
Quise indagar más y le pregunté a quien amablemente me orientó y me dijo que en la citada clínica es un desorden, que el servicio es pésimo y que hay muchas quejas pero que ninguna autoridad toma cartas en el asunto.
Bueno, me esperé hasta la 1:30 p.m. para ver si alcanzaba atención médica y resulta que solo atienden a seis personas y fui el siete y me dijeron que regresara este martes muy temprano y me volviera anotar para que alcanzara cita médica.
Resulta que a las 14: horas nos pasaría otra sala, que era el área médica y pues me informaron que de mi consultorio solo iban atender a cuatro y el resto nos mandarían a la unifila y después de una larga espera me llamaron, por fin me iban atender.
En la misma sala de espera estaba el dichoso consultorio, una silla para el paciente un pequeño escritorio para el médico, una silla y una computadora y sin más me hizo la pregunta que si era hipertenso o diabético y le contesté la primera pregunta empezando a escribir sin darme tiempo de nada.
Ya casi al final le comenté que tenía un malestar en la boca del estómago, que ese era el motivo de la visita médica, y resulta que me recetó pastillas para la hipertensión, pero del malestar estomacal no dijo nada y no siquiera me hizo revisión.
Las demás personas comentaron que así eran, que vas por una cosa y te medican para otra.
Indagando con los derechohabientes me indicaron que en el área de urgencias es el mismo tortuguismo, que hay casos de personas que llegan a esa área y ahí los tienen esperando y hasta después de varias horas se dignan a atenderlas.
Pero que lo que más indigna y encabrona es el trato inhumano del personal, dijeron.
“Se imagina en una urgencia, p’os ahí nos morimos”…