Tiro de gracia al PRI
José Cruz Delgado
A puerta cerrada y junto a sus incondicionales, Alejandro Moreno Cardenas, mejor conocido como Alito, se salió con la suya al aprobarse la reforma al artículo 178 de los Estatutos que permitirá la reelección de la Dirigencia Nacional, incluso, hubo quien dijera que al tricolor lo están llevando a la locura.
Efectivamente, Alito se convertirá en el Monarca del tricolor y los presidentes estatales en sus vasallos, lo de la refundación solo estuvo en el imaginario, jamás fue su intención convertirse en demócrata, sino en cacique. La militancia ha sido pisoteada por Alito y su pandilla desde que asumió la presidencia priista y ahora tendrán que soportarlo hasta el 2032. Al tiempo.
Se habló de unidad en la asamblea, una unidad que jamás ha existido, todo lo contrario y efectivamente, la reforma fue para fortalecer la dirigencia del partido y permitir la continuidad de Alito y su grupo de pandilleros. Se lo aseguro, habrá desbandada de priistas en todo el país y aunque digan que se van los oportunistas que no quieren al PRI y todas esas estupideces, les va a pesar. Alito llevó el pico y la pala, será el sepulturero.
El líder priista no acepta críticas, al igual que López Obrador. Son iguales, están cortados con la misma tijera.
A quienes estaban en contra de la modificación de los estatutos y la reelección de Alito, les llamo cínicos, lacayos, y esquiroles al servicio del gobierno y sus intereses.
EL MORENISMO CÓMPLICE DE RAMÍREZ BEDOLLA
Luego que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) revelara que el gobierno de Michoacán, encabezado por Alfredo Ramírez Bedolla, pagó 368 millones 415 mil 397 pesos a empresas de salud relacionadas con el conglomerado Latinus, los morenistas han guardado absoluto silencio, a las y los diputados pareciera que el ratón les comió la lengua, al igual que al bocón de Juan Pablo Celis Silva, presidente de Morena.
Ramírez Bedolla no ha salido a dar una explicación sobre su relación con Latinus a las y los Michoacanos a los cuales les debe una explicación.
Lo curioso del caso es que los morenistas que se dicen inmaculados y fieles defensores del pueblo no pidan una explicación a Ramírez Bedolla ni tampoco a la autoridad competente una investigación a fondo.
La oposición tampoco ha dicho nada al respecto, tal pareciera que no existe.
El gobernador está en el filo de la navaja y de un momento a otro puede caer.
