Poblados y caminos en manos de la delincuencia.
José Cruz Delgado
elfrancotirador2023@outlook.es.
En muchas ciudades de Michoacán hay temor y terror de salir a las calles debido a la fracasada estrategia de seguridad (si es que la hay) del gobierno del estado que encabeza el morenista y cuatrotero Alfredo Ramírez Bedolla, cuya incapacidad para gobernar es más que manifiesta.
Circular por carreteras de tierra caliente, el Bajío, Los Reyes-Peribán y Lerma Chapala es sinónimo de muerte, se debe ser muy temerario para viajar, sobre todo en la noche porque se expone a ser secuestrado o asesinado, y si corre con suerte solo le quitan el vehículo, sus pertenencias y la dan unas cachetadas.
Es muy común ver en las carreteras de esas regiones retenes de gente bien armada con armas de alto poder que, para circular de un municipio a otro hay que pedirles permiso, o sea, no hay libertad de tránsito porque esa gente impone su ley, no hay otra porque no existe el Estado de Derecho.
De nada sirve la presencia de militares, Guardia Nacional o Civil, ya no asustan a nadie porque no persiguen. Llegan a las las cabeceras municipales, se toman la foto y se retiran ante la mirada complaciente de los delincuentes que se burlan de su presencia.
Comunidades y municipios están a merced de la delincuencia, son la ley, y hasta para celebrar un baile particular hay que pedirles permiso, tampoco se le permite a la población salir a otro municipio a comprar alimentos pues los delincuentes tienen sus propias tiendas, una especie de tiendas de raya, como en antaño.
Ese es el verdadero rostro del estado de Michoacán, aunque las dizque autoridades digan todo lo contrario como que bajaron los homicidios dolosos, feminicidios y violencia, porque como ya sabe, siempre tienen “otros datos” y no aceptan la realidad porque “no son iguales”. Efectivamente, los morenistas no son iguales, sin peores que los anteriores.
Michoacán tiene un fiscal en la figura de Adrián López Solís, un gris personaje cuyo papel ha sido solo decorativo, un fiscal sin agallas para decirle no a Ramírez Bedolla, un títere manejado por el gobierno en turno.
JUAN PABLO CELIS, ESQUIZOFRÉNICO Y MENTIROSO
Una vez más, el presidente de Morena en Michoacán, Juan Pablo Celis Silva, vuelve a arremeter contra Alfonso Martínez Alcázar, quien busca la reelección por Morelia, al expresar su “pesar” por el abandono en el que se encuentra la capital mientras Poncho se encuentra en plena campaña política.
Este sujeto se mordió la lengua y le ha de ver sangrado a borbollones, pues su amo Alfredo Ramírez Bedolla abandonó al estado desde que inició su fallida administración cuatrotera, en el 2021, para desgracia de Michoacán, sobre todo en materia de seguridad, pues cada día son más los municipios acorralados por la delincuencia sin que ninguna autoridad logre frenar su avance.
Celis Silva ve la paja en el ojo ajeno menos en el suyo, por lo que habrá de recordarle que el estado se encuentra abandonado en todos los rubros porque su patroncito Ramírez Bedolla se la ha pasado haciéndole campaña a la corcholata Claudia Sheinbaum.
La inseguridad ha evitado la instalación de empresas y por ende la generación de empleos, aunque él tenga otros datos y den cifras manipuladas como es la costumbre de los gobiernos morenistas.
El dizque gobernador no está dedicado de tiempo completo, está más interesado en apoyar la campaña de Claudia Sheinbaum, en sus corcholatas, los conciertos de rock y en la adoración al Dios Baco que en los problemas del estado.
Así que el morenista no tiene calidad moral para criticar a Poncho Martínez que, a decir verdad, no ha dejado de lado su obligación como alcalde como lo asegura el discípulo del Dios Baco, Juan Pablo Celis Silva.
Pobrecito morenista, ni siquiera sabe que los cargos de elección popular son irrenunciables. Se le olvida que en la elección del Estado de México varios funcionarios de la administración Bedollista fueron enviados funcionarios públicos como mapaches electorales con recursos públicos y que después fueron exhibidos.
Olvidó también que en junio del 2022, en medio de la jornada electoral, el Partido Acción Nacional (PAN) interpuso varios recursos en contra de Alfredo Ramírez Bedolla, quien presuntamente estuvo haciendo proselitismo en el estado de Aguascalientes y que al parecer arribó a las casillas acompañado de un convoy con guardias armados con el fin de amedrentar a los funcionarios en las casillas y sustituirlos, operando de forma ilícita en algunas zonas rurales, también con recursos del erario público.
¿Por qué no le pide a su patrón que solicite licencia para que se vaya apoyar de lleno a Claudia Sheinbaum? Al fin y al cabo, es como si no existiera, como si no hubiera gobernador.
Pobrecito adorador de Baco, solo en su mente esquizofrénica cabe la posibilidad de que su partido Morena recobre Morelia. ¿Acaso cree que los morelianos olvidan las pésimas administraciones de Raúl Morón y Humberto Arróniz (a) El Jarocho?
Quizá Celis Silva le tiene coraje a Poncho Martínez porque él si tiene liderazgo, algo de lo que él carece, pues ni en su propio partido lo respetan ni lo toman en cuenta.