López Obrador, esquizofrénico, perverso y satánico
José Cruz Delgado
*AMLO, SUS HIJOS Y AMIGOS, LA NUEVA CASTA DIVINA, Y CORRUPTA.
Fue aproximadamente el 27 de septiembre de 2018, que el entonces presidente electo de México, que actualmente se siente Emperador, Andrés Manuel López Obrador, se reunió con padres y familiares de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, que desaparecieron en el 2014, donde se comprometió a esclarecer los hechos, pero a la fecha ha incumplido su palabra.
“Vamos a conocer lo que realmente sucedió, que se sepa dónde están los jóvenes y se castigue a los responsables”, dijo quien se convertiría en el más mentiroso y ratero en la historia de México.
“Mi compromiso es no fallarles a las madres, a los padres de los jóvenes de Ayotzinapa, al pueblo de México. No vamos a traicionar la confianza de nuestro pueblo”, agregó. A la fecha, los familiares de las víctimas han dicho que les falló.
En agosto de 2022, la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia que investigaba este caso reveló que la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala, Guerrero, fue un “crimen de Estado en el que concurrieron integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos y agentes de diversas instituciones estatales”, según dijo el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas.
Esa revelación no dejó satisfechos a los padres de los desaparecidos y coincidieron en que no fue nada nuevo. Encinas dijo lo mismo que ya se sabía de ese lamentable hecho.
Bueno, pues Andrés I (Andrés Manuel López Obrador) al no poder dar una respuesta satisfactoria a los padres de los normalistas, volvió arremeter contra el Poder Judicial al afirmar que tiene pruebas (sin presentarlas) que magistrados del Poder Judicial dejaron en libertad a presuntos responsables de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa.
El Emperador que también la hace de Sherlock Holmes, dijo en su show mañanero “que ahora que encabeza las investigaciones del caso encontró una resolución judicial por la que fueron liberadas personas que confesaron haber tenido participación en los crímenes contra los jóvenes y acusó a jueces y magistrados de haber puesto en libertad a presuntos responsables tras imponer plazos imposibles de cumplir al Ministerio Público que los acusaba”.
De esa manera justifica su incompetencia detectivesca y como siempre lo hace, acusa a otros de sus fracasos. Terminará su terrorífico mandato y la verdad, posiblemente nunca se sepa y será ooooootra más de sus promesas incumplidas.
Pero eso sí, sigue insistiendo en que los magistrados sean electos por el pueblo bueno y sabio que, lógicamente serían afines a él, su partido Morena y sus lacayos del PVEM y PT, y así crear su propia Santa Inquisición cuyos integrantes quemarían en leña verde a los adversarios políticos, ese es su maquiavélico plan.
A cinco años de que cayera la maldición de la 4T a México, y asumiera el Imperio Andrés I (Andrés Manuel López Obrador) la situación del país es para volver loco a cualquiera.
Cinco años de pesadilla, de terror por tanta sangre inocente derramada por su estrategia de seguridad de abrazos y no balazos empoderando a los grupos criminales que se han apoderado del país. No se puede vivir en un país gobernado por una persona ocurrente, esquizofrénica, perversa y hasta satánica, corroída por el odio y sed de venganza que, como Atila, arrasa todo a su paso.
Destruye instituciones que por no cumplirle sus caprichos las manda al Diablo, como él mismo lo dijo y que no le salgan con el cuento de que la ley es la ley, ley que ha pisoteado, pero la aplica cuando le conviene para perseguir a sus adversarios políticos y encarcelarlos. Su locura ya llegó al límite.
Su lema fue primero los pobres, efectivamente, fueron los pobres a los que más ha jodido. Pero antes jodió a los niños con cáncer, a la investigación, a la ciencia, a los campesinos, todo para, según él, combatir la corrupción. Qué bueno que se combata, pero ¿qué culpa tienen ellos de los pecados de otros?
Qué bueno que se quitó el fuero a los expresidentes, porque en caso de perder la presidencia, él será el primero en ser juzgado por omisión y crímenes de lesa humanidad, por eso, como todo dictador, sufre de paranoia, sabe que traicionó a su pueblo junto sus lacayos diputados y senadores aliados y tarde que temprano será juzgado por la ley, porque la historia ya lo está juzgando como el presidente más corrupto de la historia de México. Resultó peor que Carlos Salinas, su archienemigo.
Ha traicionado a las mujeres que claman justicia, a esas nobles mujeres a las que ha llamado conservadoras por el simple hecho de exigir justicia.
Le mintió por igual a los mexicanos sobre la pandemia del Covid-19. En fin, son tantas las felonías que debería ser juzgado por traición a los mexicanos y a México.