Torres Piña defiende la ilegalidad.
José Cruz Delgado
Resulta que el aspirante al Senado Carlos Torres Piña avala la ilegalidad en la que incurrió el Congreso del estado y defiende al auditor carnal y compadre de su amo Alfredo Ramírez Bedolla, luego de la resolución de un juzgado que resolvió y ordenó al Congreso de Michoacán de Ocampo dejar sin efectos el decreto 461, a través del cual se dio el nombramiento de Marco Antonio Bravo Pantoja como Auditor Superior de Michoacán.
Sin duda es un revés para el Poder Legislativo y para las y los legisladores que, desoyendo los mandatos judiciales y violando las leyes, hicieron las cosas con las patas en el nombramiento de Bravo Pantoja, compadre del gobernador Ramírez Bedolla, y ahora tendrán que pagar las consecuencias.
Los diputados morenistas criticaron en su momento al auditor Miguel Ángel Aguirre Avellaneda, por haber sido designado por la legislatura pasada, pero la actual Legislatura no sólo nombró a un auditor carnal del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, sino que es hasta su compadre.
Torres Piña no tiene calidad moral para hablar del actuar del juez, pues en su momento avaló la arbitrariedad cometida por las y los diputados, a excepción del los del PRI y PRD que votaron en contra.
No criticó el nombramiento de Marco Antonio Bravo Pantoja, por ser íntimo amigo y compadre de Ramírez Bedolla.
Los legisladores morenistas, desde el inicio de la actual legislatura, iniciaron una cacería contra Miguel Ángel Aguirre Avellaneda, por el simple hecho de ser haber sido colaborador de Silvano Aureoles Conejo y lo acusaron de incurrir en diferentes irregularidades en el ejercicio de sus funciones hasta fincarle juicio político y lograr su destitución de manera no muy legal por instrucciones del amo Ramírez Bedolla.
Ahora serán la presidencia del Congreso del Estado y la Junta de Coordinación Política, las encargadas de nombrar al suplente del auditor, lo que sería otra ilegalidad. Al tiempo.