Las autoridades de salud recomiendan a la población evitar actividades en el exterior, especialmente en las horas con mayor temperatura, mantenerse hidratado, además de cambios bruscos de temperatura entre el calor de la calle e interiores frescos, ya que esto puede ocasionar catarros e infecciones respiratorias virales.
Las infecciones respiratorias agudas, son enfermedades causadas por microorganismos que afectan el aparato respiratorio (oído, nariz, garganta, bronquios y pulmones) y duran menos de quince días y se considera que más del 90 por ciento de estos padecimientos con causados por virus.
Estas enfermedades se caracterizan por tos, escurrimiento y obstrucción nasal, dolor de garganta, dolor en el oído, cambios en el tono de voz, respiración ruidosa o dificultad respiratoria, los cuales pueden estar o no acompañados de fiebre.
Las complicaciones más graves de estas enfermedades son las bronquitis, neumonía o exacerbación de problemas respiratorios crónicos.
Durante la temporada primaveral, el polvo, las altas temperaturas y el polen forman parte de algunos de los factores contaminantes que pueden ocasionar complicaciones respiratorias, gastrointestinales y virales.
Las enfermedades respiratorias más comunes en esta temporada de calor son alergias estacionales, rinitis alérgica, asma y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), donde debido a las altas temperaturas, se pueden incrementar la presencia de síntomas respiratorios como disnea (dificultades para respirar), sibilancias (sonidos en el pecho al respirar) y sensación de agotamiento.