Aunque no quieran, habrá pelea
Ama lo que haces y haz lo que amas.
No escuches a nadie más que te diga que no lo hagas.
Haz lo que quieras, lo que ames.
La imaginación debe ser el centro de tu vida.
Ray Bradbury
Arturo Suárez Ramírez/@arturosuarez
El fenómeno Xóchitl Gálvez es una realidad y debe tener preocupado al presidente López Obrador porque sus “corcholatas” son pésimas para hacer campaña, sobre todo la favorita Claudia Sheinbaum que se le ve francamente cansada, demacrada y con pocos recursos.
Claudia es dependiente de López Obrador, tanto que es una mala copia del tabasqueño y hasta la han querido hacer que imite ademanes y hasta la forma pausada de hablar, pero resultó peor el remedio para ella y sus propagandistas.
En unos días se anunciará que Claudia Sheinbaum será la abanderada del partido del Pejelagarto, no habrá sorpresas y los electores, eso dirán, aunque en realidad sea un solo hombre, se han pronunciado por la “científica” para que se convierta en la “continuidad con cambio” que tanto pregonan desde Palacio Nacional.
Pero no solo se trata de ganar sino la forma en la que se hace y López no puede estar tranquilo con el desempeño de Claudia rumbo al 2024, así que lo veremos más metido en el proceso electoral, será el verdadero jefe de campaña.
La ex jefa de gobierno no conecta con la gente en aquello de la pobreza franciscana, ni en la austeridad republicana, todas las “corcholatas” le salieron fifís al padre de la 4T, no le viene bien comer tacos en fondas, no camina en el país como lo hizo su patrón, sus negativos son altos y la persiguen sus hierros como los del Metro y sus 27 víctimas mortales o los del Colegio Rébsamen y sus muertos.
Nos falta verla en debates y ahí le van a pegar con todo porque es una política limitada con una historia que no concuerda con las que le gustan a López, esas que vienen del pueblo, aspiracionista y que triunfa para convertirse en salvadora del pueblo, eso no se podrá contar.
Mientras que del otro lado está Xóchitl Gálvez, una política de medianos vuelos que se encontró con la oportunidad de su vida cuando fue a tocar la puerta de Palacio Nacional y que aguantó el embate de la Presidencia. Una mujer que cuenta la historia que le llega al pueblo, es decir de superación vendiendo gelatinas hasta que se convirtió en empresaria y luego política, la que viste con huipiles, dice “groserías”, contesta chuscamente, a López le gustaría tenerla entre sus filas, pero seamos claros eso no basta para ganar una elección presidencial.
Lo que viene para Xóchitl Gálvez es aguantar la metralla que recibirá por parte de la 4T, desde Palacio estarán planeando la forma de descarrilarla, pero ella deberá permanecer el tiempo que más se pueda en la Cámara de Senadores, en la instalación de la Legislatura les hizo pasar un mal rato a los morenos que se salieron del recinto mientras le gritaban ¡presidenta, presidenta, presidenta! luego su discurso cambió, más fuerza, más énfasis mientras enumeraba los fracasos de López y su gobierno, ese es el camino que le queda a Xóchitl.
Mientras que Claudia no regresará al gobierno de la Ciudad de México y habrá unos meses antes de la campaña del 2024, así que me cuentan de su equipo que una vez que López le entregue el bastón de mando van a buscar que Claudia visite la mayor parte de municipios del país con los mismos discursos del tabasqueño, advirtiendo que los programas sociales corren peligro si gana la oposición.
Seamos claros, si la elección fuera hoy la ganaría Claudia Sheinbaum, pero ese es el problema, hay mucho tiempo, falta conquistar a los indecisos y con los que se ha confrontado López Obrador, según las mediciones habría ocho puntos de distancia con Xóchitl Gálvez, algo que no se ve imposible de remontar y menos con una candidata gris. Eso sí, se anticipa que van a usar todo el poder del Estado para conservar la presidencia y perpetuarse en el poder… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.