Debate, única forma de emparejar en Estado de México
Yo en algún tiempo quería escribir mis guiones
para encontrar un director, pero todos
los directores, o casi todos los directores
en México y en el mundo tienen su propia historia.
Vicente Leñero
Arturo Suárez Ramírez/@arturosuarez
Durante la campaña del 2017 los que conformamos la Academia de Periodistas de Radio y Televisión tuvimos la oportunidad de reunirnos con Delfina Gómez Álvarez, candidata por Morena al Gobierno del Estado de México.
El encuentro se dio en salón privado de un desayunador en Paseo de la Reforma, su gente quería que solo estuviéramos los reporteros, ella y un gran equipo de colaboradores que la acompañaban y pedían encarecidamente que no se le preguntara fuerte sobre aquello de los diezmos cobrados a trabajadores del municipio de Texcoco.
La profesora llegó tarde y su ayudantía hacia todo lo posible porque no hubiera desesperación entre la concurrencia, así llegó la candidata que en su defensa hay que decir que no oculta lo que es, franca, desparpajada, con un manejo de lenguaje popular, no le gusta meterse en controversia ni en discusiones porque no la pasa bien, no sabe debatir y desconoce de muchos temas.
Su exposición apenas duró unos minutos y dio paso a la sesión de preguntas y respuestas, varios apuntados, pero ante cada cuestionamiento Delfina, por ejemplo, en seguridad, la candidata le daba la palabra a uno de sus especialistas. Recuerdo que salí de la reunión pensando en que la iban a destrozar en los debates, lo endeble que era porque no se asumía como candidata, ni se veía como ganadora.
Con la profesora tuve la oportunidad de conversar fugazmente en otras ocasiones en el Senado de la República que fue su ganancia luego de arañar el Estado de México y la cosa no ha cambiado mucho en cuanto a sus recursos políticos, pero el entorno es completamente diferente.
Aunque intenten darle la misma imagen de maestra de primaria, Delfina Gómez llega con mayor recorrido, senadora de la República y secretaria de Educación Pública, pero lo que más pesa es el apoyo incondicional del presidente López Obrador que la quiere ver como gobernadora del último bastión tricolor.
Aquí se lo he dicho, ya estamos en campaña y las últimas encuestas ponen por lo menos diez puntos arriba a Delfina Gómez Álvarez sobre Alejandra del Moral, sí, ya sabemos que esas mediciones pueden estar cuchareadas y hay otras donde se utiliza el que paga manda y gana el que quieran, pero la realidad de las casas encuestadoras serias, recobraron credibilidad en el 2018 con las mediciones de López Obrador y su triunfo inminente, aunque claro tienen margen de error han acertado en los procesos intermedios y estatales de los últimos tiempos.
La campaña por el Estado de México aún es muy joven, pero cada momento es determinante, mientras Delfina visita municipios durante los días santos, Alejandra se dio tres días de vacaciones. Me dicen que hay preocupación en el equipo de la priista que no han podido bajar la percepción de que Alfredo del Mazo va a entregar la entidad como sucedió con Oaxaca e Hidalgo, que hay operadores políticos que han incrementado sus pretensiones para jugar con los tricolores.
Aunque las dos contendientes tienen dudosa reputación y se trata de quién es la menos mala, para que Alejandra del Moral le pueda ganar puntos a Delfina Gómez deberá exhibir sus carencias en todos sentidos y esas oportunidades serán los debates como el del próximo 20 de abril y el segundo el 18 de mayo, esto lo sabe la priista pues desde la fase de precampaña, citó su intención porque se desarrollen hasta cinco debates para que la ciudadanía pueda votar el domingo 4 de junio bien informada, se tratará de una lucha cuerpo a cuerpo donde estarán solas ante el electorado, ante los indecisos, tendrá solo dos oportunidades y no las debe desaprovechar o no habrá nada que hacer y el Estado de México será el número 22 que gobierne Morena y el presidente… Pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.