El dolor que nos dejan
Es claro que no quiero que me entierren.
Pero si algún día ha de ser, prefiero que me encierren
en el sótano de la casa, a ir muerto por las calles de Dios
sin que nadie se dé cuenta de mí.
Jaime Sabines
Arturo Suárez Ramírez/@arturosuarez
El ocaso del gobierno del presidente López Obrador ha sido un completo desastre y solo les queda construir con palabras una narrativa de gobierno exitoso, pero la realidad no se puede ocultar, poco o nada nos hemos movido con referencia a los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto. En temas como seguridad y salud estamos peor con los que juraron que eran diferentes y terminaron con el neoliberalismo, las evidencias no mienten y entregarán malas cuentas.
Hay cosas que se pueden maquillar para que los gobiernos digan que todo va bien, pero la salud es punto y aparte, se trata de aliviar el dolor de los gobernados que en la mayoría son los que pagaron y pagan impuestos. El presidente López ha empeñado en varias ocasiones su palabra para decir que tendríamos un sistema de salud como el de los mejores países y luego se quejó de las burlas de sus adversarios. Nadie, ni los suyos que tengan dos dedos de frente pueden creer tal cosa y el desastre está a la vista.
En las benditas redes sociales hay infinidad de videos que dan cuenta de las carencias en los hospitales dependientes del gobierno. Por ejemplo, en las imágenes se ve a un grupo de enfermeras y camilleros subiendo a una paciente con su bebé en una camilla, por las escaleras y varios pisos. En otro que me hicieron llegar del Hospital de zona Zaragoza, un grupo de trabajadores baja un cadáver por las escaleras, más allá del trato a un difunto, muestra las carencias con las que se trabaja todos los días.
También están las pláticas con amigos y familiares que cuentan las penurias al acudir al IMSS, entre ellas la falta de medicamentos y tratamientos, los que buscan vacunas tienen que recorrer o esperar para que lleguen y que decir a los que mandan a la fila que tarda hasta un año para obtener fecha de cirugía, ahí están las denuncias de los que han muerto sentados o acostados en las salas de espera porque no hay lugar, la gente se muere mientras en Palacio Nacional presumen sus logros en salud… ¿Cuáles?
No se puede olvidar el mal manejo de la pandemia por parte del gobierno de Higo López Gatell y sus más de 330 mil muertos “oficiales”. Aquella calamidad mundial desnudó a los gobiernos y al del Pejelagarto lo mostró tal cual, una administración sin rumbo, se creó el INSABI que luego el tabasqueño aceptó que no funcionó y se metieron en una crisis de falta de medicamentos, de aquellos corruptos que acaparaban la venta de fármacos en el sector salud ni uno pisó la cárcel. Luego se inventaron aquella “mega farmacia” que no cuenta con todo y que surte muy pocas recetas al día.
Seamos claros, a pesar del 75% de aceptación de López y eso en gran parte es por los programas sociales, la deuda es enorme en salud, aunque en este sexto informe presuma que el nuevo sistema de salud ya “es una realidad” y está en operación el IMSS-Bienestar. “No es como el de Dinamarca, es mejor que el de Dinamarca” dijo frente a su público.
Los indicadores en salud ponen a Dinamarca en el lugar número uno y a México en el 120. Así se va López Obrador del gobierno, creyéndose héroe, pero es un triste demagogo, no pudo con la salud de los mexicanos, sus malos funcionarios y sus malas decisiones nos llevaron a una crisis que afecta por igual a los afines y adversarios. Al presidente más humanista lo perseguirá la culpa por tanto dolor… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.