Se terminó el tiempo
La propaganda es a una democracia
lo que la coerción a un estado totalitario.
Noam Chomsky
Arturo Suárez Ramírez/@arturosuarez
No hay posibilidad de negar que el final del sexenio de López Obrador es una caricatura de lo esperado, incluso el tabasqueño debe estar sorprendido de sus pocos logros y su gran estela de corrupción y fracasos que será la herencia para Claudia Sheinbaum que echará un segundo piso en cimientos blandos.
Cuando López ganó la presidencia de inmediato comenzó a ejercer el poder y Peña Nieto desapareció del escenario, el Pejelagarto no termina por quitarse y sigue con la narrativa iniciada en el 2018, con giras incipientes acompañado de Sheinbaum para seguir teniendo fuerza, pero de los temas relevantes desvía la atención para no comprometerse.
Como estarán las cosas que los reporteros, los de verdad, ya casi no van a la mañanera salvo excepciones como la detención de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López. En la primera fila los paleros construidos por Jesús Ramírez Cuevas. Por cierto, en la detención de los capos pasan los días y ni López ni Rosa Icela saben nada o no quieren comprometerse más allá de frases hechas.
Un poco para recuperar reflectores, el pasado viernes el gobierno Federal dio acceso a los medios de comunicación al Consejo de Seguridad, ese que pregonan se realiza a las 6 de la mañana, pero la evidencia desmiente que los índices de violencia y operatividad del narco vayan a la baja, o que el número de muertos descienda, este ya es el sexenio más violento incluyendo al de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Ahí en la mesa de trabajo vimos al presidente dormitar, escuchar cuestionamientos a modo, dar cifras alegres y culpar al pasado de la violencia del presente. Así el hijo de Macuspana utiliza el tiempo pagado con recursos públicos para dar recetas del “mole de cadera”, “del mole de olla”, saber que parte de la carne le da mejor sabor al caldo, pero nada se habla de la inflación y la escalada de precios.
Tal parece que solo escucha un parte de guerra de territorios perdidos como Guerrero, Zacatecas, Guanajuato, Michoacán o Chiapas, hay tantos pendientes que deja para seguir perdiendo el tiempo en pequeñeces como los de “chipilín” o las fritangas que disfruta tanto, y que conste que no es nada en contra de la comida popular, sino sobre otro engaño de la 4T.
Insisto, aquello de darse baños de pueblo ahora solo por televisión y de pura lengua, ya no viaja en líneas aéreas comerciales, ahora sus traslados los hace la Marina en sus aeronaves, en camionetas blindadas y con la seguridad de un Estado Mayor oculto como lo dio a conocer la revista Proceso, aquello del auto modesto es solo una anécdota.
En aquello de que su conferencia de prensa era un ejercicio de comunicación circular es otra patraña, aquí se lo he dicho, los castigan y les niegan la entrada como a Reyna Haydee Ramírez, quien hace unos días acusó que sigue la censura en su contra al sacarla de los grupos de difusión de información del Gobierno Federal, esta periodista ha puesto de cabeza al presidente, a su vocero y los perdonavidas que trabajan con Ramírez Cuevas. Luego se molestan cuando se afirma que ellos se van, pero los reporteros aquí seguiremos.
Aquello de que Andrés Manuel López Obrador sería igual que Benito Juárez resultó parte de una borrachera de populismo y programas sociales que lo hacen conservar su popularidad, así ha sido, lo realmente trascendente para después mientras da cátedra de una política garnachera… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
No hay que dejar de insistir ¿Qué pasó con la vacuna Patria? ¿Cuánto se gastó?
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Hasta la próxima.