Yo Campesino
Ganso cobarde
Miguel A. Rocha Valencia
Dicen que el profeta de la 4T está muy enojado y por eso arremete contra todos sus críticos de manera soez, pero sin fundamentos y argumenta su “autoridad moral” para denunciar casos que para él son corrupción y al mismo tiempo desestima pruebas de que su gobierno asesinó a por los menos 320 mil mexicanos mal atendidos en la pandemia y no desmiente los 186 mil muertos víctimas del crimen.
Tampoco desmiente con pruebas -transparentando contratos- que sus hijos y conocidos son culpables de tráfico de influencias, de robos y responsabilidades administrativas.
Pero sí, se lanza con todo contra María Amparo Casar, presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción ya no se sabe si por los señalamientos que hay hacia la actual administración o simplemente porque la “acusada”, es doctora en Ciencia Política por la prestigiada universidad de Cambridge.
Por segundo día consecutivo y los que sigan, se lanzó sobre quien hoy está convertida en una puntillosa crítica del gobierno de la 4T a la cual exhibe como corrupta sobre todo por la opacidad en los contratos de las “grandes obras” del obradorato y que, según los expertos, denuncias ante la Función Pública y datos de la Auditoría Superior de la Federación, podrían superar los 500 mil millones de pesos.
La acusa de robar a Pemex, pero como siempre, sin las pruebas ministeriales o judiciales que hicieron que Pemex le pague una pensión por el fallecimiento de su esposo, acusación que apoya el lacayo a cargo de Pemex a quien por cierto le encontraron que debe “unos cuantos” millones de pesos.
Y como no hay manera de demostrar su dicho que es a todas luces una venganza por las críticas, además de revelar datos personales y violentar la ley, le espeta el apelativo de corrupta, ser representante de la los “de antes” y enemiga del actual régimen, una mujer como las buscadoras a las qué ha llamado mentirosas.
Lo mismo espetó, de nueva cuenta sobre el dictamen de la comisión independiente que con datos analizó los resultados de la pandemia. Simplemente los descalifica y da su respaldo al doctor muerte, Hugo López Gatell, afirmando que los 320 mil muertos de más, no son culpa de su negligencia, a pesar de que organismos internacionales incluyendo a la OMS, así lo señalan.
En ambos casos, el pobrecito mesías tropical se victimizó, se dijo foco de un compló de sus enemigos políticos, de los neoliberales, corruptos y todo el rollo de siempre.
Es decir, no acepta responsabilidad alguna, por el contrario por un lado ordenó a su lacayo de Pemex a seguir buscando más “pruebas” del fraude de la señora Casar y por el otro, seguramente ya le están buscando “colas” al doctor Julio Frenk Mora para desacreditarlo y hacerlo pasar como un corruptazo.
En eso estamos y sin duda vendrán más alegatos del ganso de Macuspana, seguirá metido en el proceso electoral intentando por cualquier medio desacreditar a todo lo que huela a la oposición, que según dice ya la tiene perdida frente a la corcholata y sus candidatazos a gobernadores y legisladores federales, cosa que habrá de verse ya muy pronto, cuando la gente salga a votar el dos de junio.
Porque ese día se realizará la verdadera encuesta donde desde luego, el caudillo desplegará todos los recursos legales e ilegales de su gobierno para ganar por las buenas o malas una elección que aseguran los del oficialismo la tienen robada, por lo cual no se explica porque tanta virulencia del profeta ya no sólo desde el púlpito palaciego sino en todo lugar que se para y le quieren escuchar.
Eso es la campaña de lodo más dura que en mil 50 años de periodistas he visto o presenciado. Tampoco me había tocado que un, en este caso, dizque presidente de la República se hubiese entrometido tanto en una elección ni tampoco que se convirtiera en jefe de campaña del candidato de su “dedazo”.
Pero menos tuve tanta incertidumbre acerca de si un sujeto como el que hoy se llama presidente, se apegaría a la ley y aceptaría el resultado de una elección.
Y es que antes no conocí un delincuente electoral y común como el que hoy mal gobierna al país y que se convirtió no sólo en el líder del cártel de la 4T o el jefe de la nueva mafia en el poder sino también, en el mayor mentiroso de todos los tiempos.