SINOPSIS POLÍTICA
J. Salatiel Arroyo Zamora
Lo que para las comunidades indígenas fue una victoria, para el gobierno municipal de Zitácuaro ha resultado una derrota estrepitosa, un duro golpe a la egolatría, a la mentira y simulación.
Pues con la presión del bloqueo carretero no sólo consiguieron el objetivo de acceder al presupuesto participativo directo, si no que lograron que, de manera unánime, el Cabildo en pleno avalara dicho acuerdo. Es decir, demostraron mayor fuerza de liderazgo o capacidad de persuasión que el mismo alcalde.
En Michoacán son tres las vías para acceder al presupuesto directo:
A). – Solicitando la consulta al IEM.
B). – A través de los Tribunales; dónde, después de obtener sentencia favorable la comunidad, el ayuntamiento debe acatar el fallo.
C). – Por Acuerdo Administrativo, donde el secretario del ayuntamiento presenta la propuesta, en el orden del día, en sesión de cabildo y este decide si se otorga o no el presupuesto directo en todos sus ramos o fondos, así como los poderes de gobierno para su administración.
Esta última vía fue la que operaron los simpatizantes de la propuesta del Autogobierno.
Como antecedente, es importante resaltar que el grupo de Francisco Serrato que ha conseguido la victoria, tenían tres años y medio pugnando por lograr la consulta ciudadana que les permitiera convertirse en Autogobierno y acceder al presupuesto directo al que tienen derecho, pero la convocatoria y las asambleas siempre les fueron boicoteadas por la intromisión de elementos externos, la mayoría de veces provenientes del gobierno municipal.
La última irrupción, que impidió de manera violenta la realización de la asamblea consultiva, fue precisamente el día martes 10 de diciembre. Lo que provocaría el posterior bloqueo carretero de la salida a Toluca, como medida de presión a las autoridades, exigiendo respeto a la autonomía interna, así como a los usos y costumbres de la comunidad, que sólo pedía la realización respetuosa de la asamblea comunal y ser consultados si querían o no construirse en Autogobierno.
Pero la intromisión del ayuntamiento de Zitácuaro -de acuerdo a lo afirmado por el Sub Secretario de Enlace Legislativo y Asuntos Registrales- provocó que las agresiones rompieran acuerdos previos con el Ayuntamiento para garantizar condiciones en la consulta, lo que derivó en la suspensión y dejó sin voz a la comunidad.
Asegurando el funcionario estatal que se evidenció la intención de Juan Antonio Ixtláhuac de obstaculizar la realización de la asamblea y la transición de la comunidad al Autogobierno, así como vulnerar los derechos indígenas.
Por esas causas los comuneros realizaron el bloqueo carretero de la salida a Toluca, y desde el inicio de la “toma”, dirigentes del grupo manifestante acordaron aplicar la tercera vía antes descrita, como forma de acceder al presupuesto directo, y esa es, por Acuerdo Administrativo. Por lo que, solicitaron al secretario del ayuntamiento convocara a sesión de cabildo, mientras ellos cabildeaban con los regidores y los convencían de aprobar su propuesta, que siempre había sido rechazada por el presidente municipal.
Ixtláhuac, al verse derrotado se sumó, votando a favor de entregar a la comunidad el recurso del presupuesto directo, para dar la impresión de estar de acuerdo y poder alardear respeto a la autonomía de las comunidades originarias, lográndose aprobación unánime y dándose la espalda a la fracción comunitaria opositora a dicha medida, por parte del gobierno municipal, que los había utilizado para boicotear que Francisco Serrato accediera a dicho beneficio.
Primero los usaron y luego los traicionaron, dejándolos solos, a su suerte. Tal vez los sigan utilizando para realizar manifestaciones en contra del Autogobierno y continuar divididos como comunidad.
EQUILIBRIO DE FUERZAS POLÍTICAS EN ZITÁCUARO
Se ha afirmado con insistencia y razón que el poder absoluto “corrompe absolutamente”. Por eso es necesario el equilibrio de fuerzas y la creación de organismos autónomos que fiscalicen, investiguen y sancionen los excesos e irregularidades que se cometen en el ejercicio del poder público. Se trata pues de frenar los abusos e impedir injusticias.
Durante su mandato anterior, Antonio Ixtláhuac Orihuela mantuvo subordinados y a su servicio a los integrantes del Cabildo, quienes se condujeron con sometimiento indigno a los intereses personales del presidente municipal, olvidando que eran representantes populares y que debían priorizar el bien común de la colectividad.
Esa era la misión y para ello se les pagaba, y muy bien. Pero no les era suficiente, resultaron ambiciosos insaciables de bienes materiales y privilegios que les levantaran el ego.
Algo parecido se ha intentado con la representación popular en el presente cuerpo edilicio, identificándose como sus incondicionales a Omar Ávila Mejía, Mario Vallejo Estévez (a través de su pareja), Ulises Romero, una dama de apellido Campos (hermana de un ex alcalde del mismo apellido, amigo cercano de Raúl Morón), la señora Sindica y alguien más, cuyo nombre no recuerdo. Pero que, con el del presidente suman 7 votos en las sesiones.
Sin embargo, los integrantes del movimiento de los pueblos originarios que pugnan a favor de la instauración de la figura del Autogobierno resultaron más eficaces en la operación política y cabildeo, o bien hay regidores rescatables, conscientes de su responsabilidad social y respeto por sí mismos, que se rebelaron a ser subyugados y votaron a favor de la propuesta de entregar a Francisco Serrato el presupuesto directo.
Tal vez influyó también la mano de operadores del gobierno del estado, pero el Cabildo en pleno aprobó por “unanimidad” la iniciativa. El munícipe no quiso evidenciarse como derrotado y se sumó a la “cargada”.
La lectura positiva, estriba en la posibilidad de tener un Cabildo que se resista a ser avasallado, que se asuma a favor del análisis y el debate de propuestas, buscando lo mejor para sus representados y no al servicio del poder unipersonal. De ser así, regidores como René Garfias García y algunos otros (y otras) podrían trascender positivamente, en el municipio y la región.
Ahora, respecto a Francisco Serrato, está por definirse la integración de los 16 consejeros, en cuyo proceso el gobierno municipal… más bien el presidente Ixtláhuac, intenta atribuirse tal responsabilidad, en base a un acuerdo para destrabar el bloqueo. Pero, en lo personal, considero que lo “chamaquearon” o se auto engañó; pues la intervención, tanto del gobierno estatal como del municipal, en el proceso interno de la comunidad se vería como una intromisión, en un núcleo poblacional que precisamente lucha por la autonomía y autodeterminación.
Debe ser un órgano ciudadano, independiente y autónomo quien convoque y lleve cabo dicha tarea, y ese todavía sigue siendo el IEM.
El siguiente reto, de quienes impulsan el proyecto de Autogobierno, es San Felipe y Aputzio de Juárez, donde los operadores del gobierno municipal tendrán a su favor factores externos para impedir que dichas comunidades adopten esa figura jurídica y puedan acceder a los recursos públicos que les corresponden de manera directa, son el miedo y la desinformación.
TOÑO “TRUENA” CON EL GOBERNADOR
La oposición del presidente de Zitácuaro y la intromisión obstaculizadora del gobierno municipal para que las comunidades indígenas que lo deseen transiten al Autogobierno y puedan ejercer su derecho al presupuesto público que les corresponde de manera directa, ha fracturado la relación del Ayuntamiento con el gobierno estatal.
Lo que podría ser delicado para los zitacuarenses, que han observado un estancamiento en el desarrollo del municipio durante los tres primeros años del sexenio de Alfredo Ramírez Bedolla y el primer trienio de Ixtláhuac Orihuela, aun siendo aliados.
Ahora, con el cisma que se ha suscitado, se teme se pase de la inmovilización al retroceso. Alejándonos más del progreso en el municipio.
No es la primera vez que Antonio Ixtláhuac “voltea bandera” a sus aliados y protectores, así lo hizo con Silvano Aureoles, que lo rescató del ostracismo, lo hizo candidato y lo convirtió en presidente. Pero cuando Toño le dio la espalda a Aureoles, este ya no era gobernador, sino aspirante a diputado.
Mientras que a Alfredo Ramírez Bedolla todavía le queda medio periodo de mandato. Y las quejas en contra de Juan Antonio son de consideración.
Aunque Toño podrá atribuir la falta de obras relevantes en el municipio a dicho rompimiento. A pesar de que estas no se hayan efectuado durante su primer periodo y en óptimas relaciones diplomáticas con el mandatario estatal.
Importante también será conocer quien será ahora el referente del gobierno del estado en el municipio y la región, el operador del gabinete o del equipo político de Ramírez Bedolla y Torres Piña, a quien se fortalecerá y proyectará.