Piel roja y seca, vómitos frecuentes, estado de confusión, dolor de cabeza intenso y temperatura corporal mayor a los 39 grados son los principales síntomas del golpe de calor, cuadro clínico provocado por la prolongada exposición al sol que puede ser mortal si no se atiende de inmediato.
Ante estos signos es necesario acudir al hospital más cercano, y mientras se llega a la unidad, se debe retirar la ropa que esté caliente y aplicar paños húmedos en el cuerpo de la persona afectada, especialmente en nuca y frente, así como darle de beber agua simple.
Es importante no dar algún medicamento o bebidas azucaradas como refrescos y jugos embotellados a las personas con golpe de calor, pues su estado de salud podría agravarse, especialmente si se trata de una niña, niño o adulto mayor.
Sin tratamiento, el golpe de calor puede causar la muerte a consecuencia de una insuficiencia hepática o problemas de coagulación en la sangre, por ello la atención médica es crucial para lograr salvar la vida de las personas con este problema de salud.
La hidratación es clave para prevenir un golpe de calor, ya que ayuda a mantener el cuerpo fresco y a regular la temperatura corporal. Es por ello que se recomienda beber al menos dos litros de agua simple al día, así como evitar la exposición al sol entre las 11:00 y 15:00 horas sin bloqueador, sombrero, gorra o sombrilla.