La evaluación es un elemento fundamental para lograr la calidad educativa y para la mejora continua en las instituciones, indicó la rectora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Yarabí Ávila González, al participar en el Séptimo Encuentro Docente “Educar para la sostenibilidad”, que realiza la Red Juntos por Michoacán.
“Las acreditaciones académicas como herramientas para la mejora de la dinámica educativa”, fue la webinar que impartió la rectora a profesoras y profesores durante el evento, en este sentido, manifestó su satisfacción por compartir su experiencia profesional y personal en este renglón.
Indicó que el ser par evaluador permite poder participar y enriquecer los procesos de otras universidades, pero también obtener las mejores prácticas que permitan a las propias instituciones crecer.
Puntualizó que cuando se llevan a cabo estos procesos, lo primero que se tiene que hacer es trabajar en sensibilizar al personal docente y administrativo, así como al estudiantado para lograr su participación en cada una de las actividades, lo que va a permitir contar con el primer paso de la acreditación que es un diagnóstico real que permita conocer el entorno de la institución.
La apuesta, dijo, es que vayamos transitando hacia un proceso de acreditación, de evaluación bajo las normas no solamente nacionales sino también internacionales. La rectora enfatizó en que se debe perder el miedo a la evaluación, porque permite identificar las áreas de oportunidad para poder establecer estrategias de mejora continua, e identificar debilidades para poderlas convertir en fortalezas.
Detalló que una de las acciones fundamentales de los liderazgos de las instituciones educativas es lograr el trabajo colaborativo, al señalar que todas y todos forman parte en una cadena de valor, donde cada uno de los eslabones tiene un compromiso y una responsabilidad para el logro de los objetivos.
Un escenario globalizado, comentó que obliga a que las instituciones educativas sean productoras del talento humano buscando atender estándares internacionales y eso precisó se logra con la evaluación y con la acreditación en cada una de las variables que se tienen que atender.
Tras compartir diversos elementos que conlleva el proceso de acreditación, indicó que los modelos educativos no pueden quedarse estáticos, menos en estos tiempos donde las metodologías activas, las tecnologías de la información y la inteligencia artificial se ponen al alcance de todas y todos.
“Por eso la importancia de formar estudiantes que cuenten con una clara idea de su formación autónoma e independiente en su forma de pensar, en su forma de actuar, pero congruente con las necesidades de la sociedad y del mercado laboral”.
Comentó que una acreditación permite que las y los estudiantes y egresados tengan mejores oportunidades en el mercado laboral, porque eso significa que están egresando de una institución educativa que ha ofrecido programas académicos de calidad y que ha sido evaluado precisamente por estos órganos acreditadores.
“Avancemos en este y en todos los momentos hacia la autoevaluación, hacia la evaluación externa y hacia la mejora continua porque es precisamente lo que nos va a permitir mantenernos vivos en cualquier lugar y no olvidar tampoco construir día a día, pensar y trabajar hacia la excelencia universitaria “.
Uno de los retos de las instituciones, indicó que es caminar hacia las acreditaciones internacionales, tras señalar que se ante una sociedad dinámica se debe trabajar para el futuro, no para el presente o el pasado.
Al referir que no sólo se está compitiendo en el ámbito local o nacional sino también más allá de las fronteras. “Por lo que es sumamente importante poder apostar a la internacionalización progresiva que sea de excelencia, de calidad”.
De igual forma, apuntó que es fundamental considerar en la formación del estudiantado el humanismo, el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la ética, la sensibilidad, la responsabilidad y la conciencia social.