Orlando Daniel Hernández
Los gritos de “!Olé, Olé!”, frente a la sede del Congreso del Estado, acompañaron el desparpajo de un pequeño que con muleta en mano, expuso su amor y dedicación a la llamada fiesta brava.
Su mirada fría y calculadora, se dejó ver durante los derechazos que montó en la embestida del toro que, simulado, embistió varias veces.
Lo anterior formó parte, de la caravana de amantes de la tauromaquia y de los gallos, que en defensa de sus tradiciones llegarán hasta el Palacio Legislativo.
Y es que con arengas, pasos dobles, capotazos y bailes de caballos, pusieron de manifiesto la inconformidad del decreto que prohíbe la entrada de menores de 18 años a este tipo de eventos y espectáculos.
Se señala, dicen, maltratado animal.
Los manifestantes que partieron de varios accesos a la ciudad en marcharon hasta el centro de la ciudad a donde llegaron desde el interior del Estado y de la capital.