Con ladridos, aullidos, cantos, palabras y lenguaje corporal, Patán, un perro al que le encanta el punk, y cuya vida es un sueño en el que al despertar se encuentra con su propia muerte y la desilusión de ser de raza indefinida, llevó un mensaje de reflexión a jóvenes en conflicto con la ley en proceso de internamiento en la Unidad Especializada para Adolescentes y Adultos Jóvenes, y a mujeres del penal David Franco Rodríguez.
Interpretada por Fernando Vences y el apoyo técnico de Tonatiuh Barrera, bajo la dirección de Adriana Rovira, a través de la Secretaría de Difusión Cultural y Extensión Universitaria de la Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo (UMSNH), en el marco del programa Trascender, esta obra de teatro llevó a las mujeres y jóvenes, un mensaje de empatía por lo perros, al contar la historia de un lanudo, vecino de Patán, que tras días de agonía muere en la azotea de una casa, donde sus dueños lo olvidaron al salir de viaje.
Indignado por esta y otras acciones que ante nuestro protagonista son aberraciones contra los caninos, él decide dejar todas sus comodidades y salir a las calles con el afán de convertirse en líder de una ideología transformadora, plan que se ve truncado al enamorarse de maga, una perrita callejera que lo lleva a vagabundear.
Es hasta sufrir el abandono de Maga, cuando Patán se da cuenta del error que cometió al abandonar su hogar con todas sus comodidades y al decidir regresar es atropellado y ya muerto envía el mensaje a los espectadores, que la vida no siempre da una segunda oportunidad.
