La IA influye cada vez más en el día a día, desde el comercio electrónico hasta el reconocimiento facial que desbloquea el celular. En las últimas semanas se ha hablado mucho ChatGPT, un chat de Inteligencia Artificial ha sido entrenado para interactuar con el usuario en forma de conversación.
En el sector jurídico, recientemente un abogado “robot” dotado de IA iba a ser el primero de su clase en ayudar a un acusado a combatir una multa de tráfico ante un tribunal de Estados Unidos el mes que viene. Pero el experimento se ha cancelado después de que “fiscales de la Abogacía del Estado” amenazaran con la cárcel al responsable de la empresa que creó el chatbot.
Aunque este sector ha sido reticente a adoptar nuevas tecnologías, según TRATO, solución integral para procesos de creación y gestión de contratos digitales, la Inteligencia Artificial está empezando a dejar una importante huella en los despachos de abogados o áreas legales de las empresas, ayudando a automatizar tareas como los análisis jurídicos, la facturación o la gestión de documentos.
Ignacio Bermeo, CEO & Fundador de TRATO explica: “El sector jurídico utiliza actualmente la IA en muchos aspectos de su trabajo. Puede que la inteligencia artificial en los bufetes de abogados no se note tan explícitamente como en otras industrias, pero ayuda a los abogados y asistentes a eficientar su trabajo.
En concreto, la IA ayuda a los profesionales del derecho a transformar su práctica poniendo a los clientes en primer lugar de una forma sin precedentes ya que les libera de tiempo para temas más estratégicos”.
¿Cómo puede el sector jurídico maximizar la IA?
La mayor y más obvia ventaja de las aplicaciones de IA es el ahorro de tiempo y costos. Los sistemas pueden analizar más información que los humanos en una pequeña fracción del tiempo.
Esta tecnología puede buscar e identificar datos potencialmente relevantes de todas las formas y tipos de archivos, realizar investigaciones jurídicas que a un abogado experto le llevaría días completar y analizar documentos en busca de errores, falta de información y lenguaje incoherente.
Un reto importante para las empresas del sector legal son los contratos, no sólo por su gran número, sino también por su falta de uniformidad y su dificultad para organizarlos, gestionarlos y actualizarlos. Ahora hay soluciones que utilizan IA para reconocer conceptos, reducir riesgos y acelerar el proceso de revisión en la nube.
Otro ejemplo es que la IA ya puede proporcionar información sobre resultados futuros a través del análisis predictivo. Esto podría implicar la previsión de la decisión de un juez en un litigio. Al analizar los casos, la IA puede revelar cuándo los jueces utilizan un lenguaje similar o siguen ciertos patrones, lo que puede aumentar las probabilidades de ganar de un abogado.
“No cabe duda de que la IA seguirá irrumpiendo en el sector jurídico. El avance de la IA es especialmente ventajoso para los pequeños despachos de abogados o pequeñas áreas de legal que hasta ahora carecían de los recursos necesarios para ser más eficientes y productivos”, concluye Ignacio Bermeo, CEO & Fundador de TRATO.