PODER PÚBLICO
José Cruz Delgado
Andrés Manuel López Obrador es como las hienas, se rie pero por dentro se retuerce de dolor, es una persona de malos instintos y cruel que no le importa como esté el país, sobre todo en economía e cuestiones economía e inseguridad, sino mantener el poder a como de lugar a través de su réplica Claudia Sheinbaum.
Su desprecio y odio contra los periodistas que no le rinden pleitesía va mucho más allá que el de una persona cuerda. Difundir el número personal de Natalie Kitroeff, coautora del reportaje publicado en el periódico The New York Times en el que señala de que funcionarios cercanos al presidente y sus hijos podrían haber recibido dinero del crimen organizado pone en riesgo la integridad física de la periodista, pero le valió madre.
Pero eso si su vástago José Ramón López Beltrán, se quejó amargamente que en las últimas horas ha sido objeto de un acto de invasión a su privacidad al filtrarse en redes sociales su número telefónico.
¿Y acaso difundir datos personales de la Corresponsal no fue una invasión a su privacidad? Sobre todo, viniendo de un sujeto que se asume presidente.
Bueno, pues en el lenguaje coloquial, la idea de hiena se utiliza para calificar a una persona que es cruel o brutal. Esta acepción está vinculada a la imagen desagradable, como la de López Obrador, a poco no.
Los reportajes que han sido publicados que lo involucran presuntamente con el narco y actos de corrupción le han dolido hasta el fondo de sus entrañas, se rie pero lo encabronan a tal grado que hasta llora de coraje en su rincón apestoso de Palacio Nacional.
LA LOCURA DE RUBÉN ROCHA
Quien no se midió fue el gobernador de Sinaloa Rubén Rocha, quien pidió modificar la Constitución para que López Obrador continúe en la presidencia dejando de manifiesto su sumisión y que gobierna para él y no para los sinaloenses.
Rocha dijo: “Él está terco que es presidente maderista, el presidente es seguidor de (Francisco I.) Madero, el que dijo: ‘Sufragio efectivo no reelección” pero podríamos haberle hecho una curvita al asunto, alguna vez se lo expresé en privado”, así es de grave su locura y su adoración por este falso Mesías.
Por cierto, López Obrador y el gobernador Rocha fueron abucheados por cientos de manifestantes que piden su dimisión.
