La experiencia del Premio ABC

Horacio Erik Avilés Martínez*

Sin duda, reconocer a los maestros que logran resultados de alto impacto en el ejercicio de los derechos de las niñas, niños y jóvenes a estar, aprender, participar y convivir en un entorno libre de violencia y discriminación es un acto de justicia que debemos de realizar como sociedad.

Al respecto, la organización de la sociedad civil Mexicanos Primero convoca y realiza entrega del Premio ABC, el cual se ha convertido en el reconocimiento ciudadano a los docentes con más tradición en la nación. Este año arribó a su decimoquinta edición, por haberse suspendido su realización en 2021, como consecuencia del confinamiento derivado de la pandemia de Covid-19.

El Premio ABC “aprendiendo en comunidad”, de acuerdo con la definición presentada en su portal electrónico oficial, sito en www.premiobc.org se define como “un reconocimiento de la sociedad civil que se otorga a agentes educativos y miembros de comunidades escolares: maestros, directores, supervisores, asesores técnico-pedagógicos, a especialistas en eliminación de barreras para el aprendizaje y la participación como psicólogos educativos, trabajadores sociales y maestros de unidad de apoyo; y a miembros de familias y estudiantes, quienes con su ejemplo e iniciativa promueven la transformación educativa en México”.

Con lo anterior, el Premio ABC pretende conocer y reconocer a los agentes educativos y miembros de comunidades escolares ejemplares, con la finalidad de fortalecer su incidencia en la promoción y defensa del derecho a aprender.

Aunado a lo anterior, se fija como objetivo apreciar la ejemplaridad que supone ser aprendiz experto, colaborador y catalizador de aprendizaje, agente de cambio y ciudadano democrático.

Asimismo, se aspira a identificar y destacar prácticas educativas efectivas que impactan en la atención del abandono escolar, recuperación y reforzamiento de los aprendizajes fundamentales y el acompañamiento socioemocional.

Finalmente, también se busca promover el impacto que tienen las prácticas educativas de maestros ejemplares en el derecho a aprender: estar, aprender y participar de niñas, niños y jóvenes.

En esta edición 2023 hubo cuatro categorías: ser maestro, ser líder educativo, ser acompañante y ser comunidad.

Ser maestro es una categoría particularmente dirigida hacia los docentes frente a grupo de educación básica: preescolar, primaria y secundaria de escuelas cuya modalidad de sostenimiento sea pública.

Con ella, se busca reconocer a los docentes que acrediten ser aprendices expertos, catalizadores del aprendizaje, colaboradores, agentes de cambio y ciudadanos democráticos, así como maestros que implementan prácticas educativas efectivas para atender una de las siguientes prioridades: atención del abandono escolar, recuperación y reforzamiento de los aprendizajes fundamentales y el acompañamiento socioemocional.

Se hizo énfasis en explicar una práctica educativa con evidencia que los aspirantes hayan aplicado a partir del regreso presencial o durante el ciclo escolar 2022-2023 y que atienda una de las tres prioridades: atención del abandono escolar, recuperación y reforzamiento de los aprendizajes fundamentales y el acompañamiento socioemocional.

Ser líder educativo es una categoría orientada hacia la participación de directores y supervisores de educación básica: preescolar, primaria y secundaria de escuelas públicas, en aras de reconocer a líderes educativos que sean aprendices expertos, catalizadores de aprendizaje, colaboradores, articuladores, gestores estratégicos y ciudadanos democráticos, así como directores y supervisores que impulsan prácticas educativas efectivas y generan estrategias con sus comunidades escolares para atender una de las siguientes prioridades: atención del abandono escolar, recuperac…

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