Pedro Cortés/Especial
La lucha de los trabajadores del Poder Judicial en contra de la Reforma a su sector es más que una defensa de sus derechos laborales, es una defensa de la democracia y la libertad en México.
Con la concentración de poder en manos de Morena en el Poder Ejecutivo y Legislativo, la sumisión del Poder Judicial significaría un paso hacia el totalitarismo.
La mayoría calificada de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados y el Senado les permite aprobar reformas constitucionales, nombrar a altos funcionarios y controlar el presupuesto de Egresos de la Federación sin oposición. Esto llevaría a un manejo peligroso del poder y a una democracia de ornato.
La valiente decisión de los trabajadores del Poder Judicial es un ejemplo a seguir. No se trata solo de defender sus intereses sino de proteger la independencia del Poder Judicial y la separación de poderes. Su lucha es un combate contra la dictadura disfrazada de democracia.
El totalitarismo que se avecina traerá consecuencias graves para México: supresión de la crítica, control de la información, militarización y vigilancia de la vida privada. La libertad de expresión y la prensa libre están en peligro.
No debemos reír cuando se menciona la posibilidad de convertirnos en Venezuela. La realidad es que estamos en camino de perder nuestras libertades y nuestra democracia. La defensa de los trabajadores del Poder Judicial es un llamado a la acción para proteger a nuestro país y en vez de tener las manos cruzadas deberíamos sumarnos al apoyo.