El plan “B” cabalga entre Belisario Domínguez y Francisco Field Jurado
Gregorio Ortega Molina
¿Dónde y cómo viven esos seres humanos que los ciudadanos y la historia transformarán en héroes de la patria? También es importante la dignidad con la que fallezcan. ¿Cómo se comportan los integrantes de los poderes Legislativo y Judicial que de verdad defienden los intereses de la nación?
Debemos meditar en las vidas vividas y la manera de morir de Julio César, Francisco I. Madero, José María Pino Suárez, Belisario Domínguez, Francisco Field Jurado. Todos supieron lo que se jugaban con su actitud política.
Al emperador romano lo acuchillaron en el Senado. A Madero y Pino Suárez los asesinaron por instrucciones del jefe de su guarnición militar. A los dos últimos, por no plegarse a los caprichos del poder Ejecutivo. Es el modito de mandar.
Supongo que los integrantes del Congreso de la Unión y de la SCJN saben lo que está en juego con el plan “B”. Los primeros avasallaron con la conciencia política y civil de la oposición, que se mostró incapaz de articular una defensa coherente de la democracia.
¿Quién y cómo defendieron en la tribuna y en los medios al INE? ¿Quiénes se comprometieron en la observancia de su mandato constitucional y electoral?
Nadie quiere que le esculquen en su pasado ni le corten la lengua, por más que ello pudiera significar que entrarán con el pie derecho en la historia.
Una vez resuelta la sucesión en la presidencia de la SCJN y acomodadas las cuotas de poder debajo de las togas, constataremos de qué están hechos sus integrantes y cómo defienden su moral y su ética profesional después de la sospecha de plagio. El final del lance de lo que allí ocurra será definitivo para el futuro de la República y sus instituciones, o para el modito de preparar sus exequias.
Es necesario apostillar que el senador Ricardo Monreal jugó correctamente con el tiempo legislativo, a la espera de que el presidente de la República en funciones reconsiderara su deseo y su actitud. Tuvo el valor cívico de pararse en la tribuna y defender su postura constitucional y política.
Desde el punto de vista histórico pesará más su defensa de la Constitución que todo lo dicho por Andrés Manuel López Obrador y sus corifeos para proponer la destrucción del INE.
Choque de trenes
El Grupo San Ángel fue creado con la idea de evitar un choque de trenes. Únicamente se pospuso. Lo ocurrido en la línea 3 del Metro es un aviso de lo que se avecina en las pugnas por el poder. El conflicto será real y de muy alto costo social.
Quien gobierna la Ciudad de México se empeña en negar su responsabilidad, cuando ella es el punto de referencia de lo que aquí ocurra, la última instancia, el alfa y la omega del mando constitucional.
Poco importa cuántos años hace que el Metro decae con constancia, lo trascendente resulta ser la explosión del problema, y el responsable del gobierno de la Ciudad en ese momento, resulta ser el culpable, aunque recurra a los malabares verbales y legales para culpar a otros. La muerte allí sucedida es de su estricta responsabilidad.
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