¿Del Estado laico al narco Estado?
Gregorio Ortega Molina
*Pero Claudia Sheinbaum, obediente, niega lo que es una realidad sobre la que su patrocinador edificó su candidatura, para hacerla responsable de un segundo piso para la 4T, cuando no pusieron cimientos para el primero y la planta baja ya se les desmorona. No es asunto de percepciones, Félix Salgado Macedonio es muestra de lo que sostengo
Hasta la fecha no existe una explicación lógica de qué es y a qué aspira la 4T. Lo único claro es la tergiversación de valores que ha propiciado, la deformación moral y el desmantelamiento de instituciones republicanas necesarísimas para impulsar el desarrollo.
Al margen de la discusión sobre determinar si el país es guiado, o no, por un #narcopresidente, están los hechos y los resultados. La intromisión de la Iglesia en los asuntos de Gobierno es aceptada ante la disminución o tácita desaparición del Estado en buena parte de las entidades federativas. Alguien se decidió a hacer la tarea al señor de los abrazos, y eso indigna a las buenas conciencias y a los intelectuales neo orgánicos que defienden las posturas gubernamentales, ensoberbecidos por atragantarse de esa verdura que espina, pero los alimenta. Encantados están de incluir el chayote en su dieta.
Para confrontar el cinismo propio del presidente de la República, su condición de poderoso y su ignorancia de lo que él se niega a ver, en el Diálogo Nacional por la Paz los obispos propusieron, para Manuel Andrés López Obrador y todos los mexicanos: “Con la convicción de no descansar hasta crear las condiciones para construir la paz en el país presentamos este Compromiso por la Paz, una ruta de acción colectiva con una perspectiva interdisciplinaria, corresponsable y articulada que busca abordar de manera efectiva la profunda crisis de violencia y descomposición social que aqueja a nuestra nación”.
¿Pueden rechazar el propósito y el diagnóstico inicial? ¿Estamos, o no, en una crisis de violencia y de descomposición social? Lo que se narra en ensayos como los de Marcela Turati, Fernanda Melchor, Elena Chávez, describe explícitamente nuestro presente, tal como ahora lo viven los guerrerenses, las víctimas de la extorsión, los deudos de los desaparecidos y los aspirantes a puestos de elección popular quedados en el camino, perforados por lo balazos, ya que los abrazos no les sirvieron de escudo protector, de DETENTE.
Pero Claudia Sheinbaum, obediente, niega lo que es una realidad sobre la que su patrocinador edificó su candidatura, para hacerla responsable de un segundo piso para la 4T, cuando no pusieron cimientos para el primero y la planta baja ya se les desmorona. No es asunto de percepciones, Félix Salgado Macedonio es muestra de lo que sostengo.
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