Red 113 Michoacán/Portal Hidalgo
Anoche las Yácatas no fueron ruinas, ni centro arqueológico, se volvieron escenario y centro de comunión debido al inicio de la K’uinchekua, la gran fiesta michoacana.
Miembros de todas las regiones del estado se reunieron como público y como exponentes para recordar la herencia Purépecha y el sincretismo cultural de su gente.
Durante dos horas, música y baile embelesaron a 2 mil 500 asistentes con música orquesta filarmónica, sones abajeños, bandas de alientos y cuerdas, pirekuas y arengas de esta tierra.
Fueron 400 artistas los que lo hicieron posible y dejaron que el eco de notas musicales y zapateos se oyera a través de Tzintzuntzan.
En ese espectáculo, el cielo nocturno fue un fondo más de el escenario del que al final del espectáculo, el público se fue con esa sensación de haber visto algo que fue mucho, pero no suficiente, un algo que se quiere volver a ver, porque fue increíble.
La K’unchekua estará en Tzintzuntzan hasta el 19 de marzo y espera la visita de 10 mil personas y una derrama económica de 8 millones 950 mil pesos.
Asimismo se tiene prevista la presencia de visitantes de Estados Unidos, España, Alemania, Argentina, Francia y Holanda, además de diversos estados del resto del país.