Orlando Daniel Hernández
Depredación, tráfico y pérdida de hábitat, son situaciones a las que se enfrenta la tortuga marina y de esto la principal responsable es la especie humana y su actividad.
Y es que incluso la pesca, es un factor que influye de manera negativa, según detalló el director regional Occidente-Pacífico de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, Adrián Méndez Barrera.
El cambio climático, también propiciado por el hombre, deriva en cambios de comportamiento en la reproducción y el sexo de las crías.
Es importante señalar que en los últimos años y a partir del establecimiento de santuarios, se ha logrado incrementar la población de tortuga Golfina y Prieta, mientras que la Laúd, continúa como un pendiente debido a la depredación.