El Pleno de la 75 Legislatura aprobó reformar la Ley del Agua y Gestión de Cuencas en Michoacán, a fin de impulsar el uso de materiales biodegradables en el manejo del vital líquido, atendiendo así las Normas Oficiales Mexicanas en la materia.
En la exposición de motivos del dictamen sometido a consideración de las y los legisladores michoacanos por parte de la Comisión de Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente, se estableció la importancia de revisar el correcto tratamiento de aguas residuales, para que éstas sean vertidas en los cuerpos receptores debidamente tratadas.
Pero que además en su proceso, la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas verifique que los usuarios que descarguen aguas residuales, utilicen preferentemente materiales biodegradables, siempre y cuando técnicamente sean viables atendiendo a las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) reglamentarias de la materia.
Conforme al dictamen de la iniciativa presentada por las diputadas Julieta García Zepeda, Anabet Franco Carrizales, Margarita López Pérez y el legislador Juan Carlos Barragán Vélez, con la reforma se pretende además armonizar la Ley de Agua y Gestión de Cuencas para el Estado de Michoacán con la Ley de Aguas Nacionales, de tal forma que el vertido de aguas residuales en la entidad cumpla con la Ley y con la Norma Oficial Mexicana respecto a “la adecuada utilización de materiales biodegradables en el proceso, a fin de minimizar el impacto ambiental”.
Se resaltó además que la contaminación del agua tiene un severo impacto en los ecosistemas y en la salud, y por ello es preciso reducir notoriamente los volúmenes, mejorar los procesos de tratamiento, no sólo para procurar el bienestar social y la protección ambiental, sino también por razones económicas y de seguridad nacional.
Finalmente, se estableció que, en México, las descargas de aguas residuales se clasifican en municipales (abastecimiento público urbano y rural) y no municipales (otros usos como industria autoabastecida); y según cifras oficiales, solamente se procesa el 52.7% de las aguas municipales que se generan, y el 32% de las aguas no municipales.
Según las proyecciones, “en 2030 habrá 9.2 mil millones de metros cúbicos de aguas residuales que, de ser tratadas y reusadas, reducirían en un 40% la demanda”, destaca la iniciativa aprobada.