Hoy la lucha en México, la que estamos dando miles de hombres y mujeres en el país y que habrá de cristalizarse el próximo dos de junio, es contra un Estado autoritario como al que se oponía Luis Donaldo Colosio Murrieta, destacó Araceli Saucedo Reyes, candidata al Senado de la República por la Coalición Fuerza y Corazón por México.
En Tuxpan, en el marco del XXX Aniversario Luctuoso de Luis Donaldo Colosio, acompañada por el dirigente estatal del PRI, Guillermo Valencia Reyes, así como del candidato de la Coalición por el Distrito de Zitácuaro, Silvano Aureoles Conejo, así como de cuadros, militancia priista y población en general, la candidata destacó que el asesinato de Colosio significó un presente doloroso para nuestro país a finales del siglo XX.
“La muerte de Luis Donaldo Colosio, un hombre cuya existencia, arrojo y convicción por la democracia, marcaría un punto de quiebre entre el pasado y el sueño de un mejor México, pero sobre todo, un México más justo e igualitario”.
Araceli Saucedo destacó que ese México al que aspiraba Colosio, es un país en donde las y los ciudadanos sean genuinos agentes del cambio, para transitar de un régimen autoritario a uno mucho más democrático, en el que las instituciones, las leyes, la justicia, el federalismo, sean los pilares de la República y no meras construcciones normativas lejanas de las problemáticas y de las necesidades de este gran país.
“Hoy como hace 30 años, persiste la pobreza y la exclusión social, con un régimen que no ha logrado generar mejoras en la ciudadanía en México. Hoy sabemos que atender la desigualdad social implica no sólo contar con un ingreso económico, sin que también, es necesario garantizar derechos tan importantes como con la educación y la salud”.
La candidata destacó que Colosio comprendía muy bien la importancia de que el Estado Mexicano garantizara seguridad para todas y todos, porque sin ésta, los derechos y las libertades consagrados en la ley son letra muerta.
“Porque vivir con tranquilidad, sin angustia, es sinónimo de vida, de permanencia, de esperanza, de posibilidades entre las y los mexicanos para poder tener garantías de desarrollo tanto personal como de nuestras familias y seres queridos, además de lo colectivo, lo que termina traduciéndose en un futuro que genere un crecimiento digno para nuestro país”.