Orlando Daniel Hernández
Una de las festividades más arraigadas y emblemáticas de nuestro país es el Día de Muertos.
Su celebración, no sólo se esparce en la visita a los camposantos, puesto que hay eventos colo exposición de catrinas, muertos vivientes, exposiciones y puesta de grandes altares.
En medio de la festividad, la solemnidad de la ceremonia, se hace patente con eventos de la tradición en las escuelas.
Ahí corre el olor a cempasúchil, a velas, incienso y el sonido de canciones alusivas a quienes han partido al más allá.
Ahí queda de manifiesto el encuentro de los pueblos indígenas y sus ancestros con el más allá, lo que se vuelve un espectáculo.