Michoacán cuenta con importantes vestigios arqueológicos que son una excelente opción para visitar en esta temporada vacacional, y conocer, además de un importante atractivo turístico, el testimonio de una cultura que se mantiene viva a través de los años.
Con seis sitios arqueológicos abiertos al público como las Yácatas de Tzintzuntzan, Ihuatzio, Huandacareo, Los Alzati, Tingambato y Tres Cerritos, además de su riqueza cultural, histórica, arquitectónica y natural, la entidad da muestra del porqué es considerada como el Alma de México.
Cada una de las zonas posee formas características, y aunque al arribo de los conquistadores europeos el territorio michoacano se encontraba dominado principalmente por la etnia purépecha, los sitios arqueológicos que se pueden ver en la actualidad dan testimonio de que a lo largo de su historia la región fue habitada por diversos grupos.
Huandacareo
La zona arqueológica se ubica a 60 kilómetros de Morelia, se localiza sobre una pequeña loma, donde se domina la ciudad de Huandacareo y parte del lago de Cuitzeo, es un asentamiento purépecha de aproximadamente 300 años antes de la Conquista europea, esto es del siglo XII.
La construcción del centro ceremonial se sitúa hacia 1200 a.C. El estudio del nombre de la población aportó valiosos datos, ya que quienes lo analizaron le dieron un sentido altamente ceremonial. Sin importar la ortografía que se utilice, Guandacareo significa “lugar de oradores o de predicación”. Huandacareo o Uandacareo, “lugar de juicios o tribunal”. Sus construcciones confirman la finalidad ritual del sitio.
San Felipe de los Alzati
Zona arqueológica ubicada a 12 kilómetros de Zitácuaro. Este asentamiento forma parte de la frontera Oriente del señorío purépecha. La antigüedad corresponde al posclásico tardío (1200-1500 d.C.), fue habitado por los otomíes que se establecieron en estas tierras purépechas, en la primera mitad del Siglo XIV.
Tingambato
La zona arqueológica se ubica en la población de Santiago Tingambato, a 35 kilómetros al Oeste de Pátzcuaro. Es uno de los sitios representativos de la etapa anterior al apogeo de los purépechas y es notable la presencia de la influencia teotihuacana. Consta de dos etapas: la primera del 450 al 650 d.C. con el poblamiento del centro ceremonial, y la segunda del 600 al 900 d.C.
Tzintzuntzan
Capital del imperio purépecha, se ubica en la ribera Noroeste del lago de Pátzcuaro a 57 kilómetros de Morelia; 15 minutos de la ciudad de Pátzcuaro y 10 de Quiroga. Su nombre significa “lugar de colibríes”.
Fue la metrópoli principal y depositaria de los poderes militar, político y religioso. Es poseedora de la zona arqueológica más importante del Occidente mexicano, es famosa por sus cinco templos o yácatas (tumbas, aunque literalmente la palabra yácata significa “amontonamiento de piedras”). Floreció entre los años 1000 y 1521 d.C.
Su característica fundamental es la construcción mixta, esto significa que a una amplia base rectangular se unen cinco bases circulares que se elevan a manera de pirámide recortada en varios taludes.
Aquí, al igual que en Pátzcuaro e Ihuatzio, se centró el poder económico y político de la región.
Ihuatzio
Significa lugar de coyotes y es la principal zona cívico-militar, parte del poderío militar de los purépechas en el Siglo XIII, fue una de las tres ciudades en las que se dividió el Imperio. Se ubica a tan solo 10 minutos de Pátzcuaro.
Tres Cerritos
Ubicado a 20 minutos de Morelia en San Agustín del Pulque, es un centro ceremonial que data del 1200 a.C., y con ocupación posterior por los purépechas en el Siglo XII. El asentamiento dependía del lago de Cuitzeo para sobrevivir.