El rostro de la corrupción debe lavarse
Christián Gutiérrez*
México tiene un severo problema: la impunidad y la corrupción, que es causa de los altísimos índices de impunidad.
En este país, el rico y el que tiene cualquier otro poder de manera importante, puede eludir de manera sencilla sanciones que impone la ley ante hechos delictivos.
Este es el gran cáncer de México.
Sin embargo, hoy se tiene la oportunidad de avanzar para vencer esta gran enfermedad. Un adecuado estado de derecho, es aquel entramado institucional que permitiría implantar de manera más acelerada la cultura de legalidad, porque implicaría la generación de valores legales y civiles en las y los mexicanos, a partir de la observación y la aplicación correcta de las leyes.
Lo que necesita México es eso: que las leyes se apliquen como debe ser, en el momento oportuno y de manera indistinta al poderoso y al no poderoso. Si esto sucediera, México progresaría, mientras no suceda, nos iremos descomponiendo más y más.
Por ello debemos exigir la aplicación del estado de derecho en el caso de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, acusada de plagiar su tesis de licenciatura en derecho. No solo nos conviene a las y los mexicanos exigir la aplicación del estado de derecho. En realidad, la vida pública, política y administrativa de México lo necesita con urgencia: necesita re-modelarse con modelos de ética, de transparencia, de legalidad, de rendición de cuentas.
Si la vida pública de México no se (re)modela con mejores modelos, estamos cavando nuestra propia tumba. Lo que hoy parece no afectar, debilita cada día más las estructuras que le dan sustento a la convivencia pacífica entre mexicanos.
La ministra Yasmín podría quedar como Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hoy mismo, lo cual aceleraría la descomposición de la vida pública, porque el Presidente López Obrador tendría a su merced al Poder Judicial, lo mismo que ya ha conseguido con el Poder Legislativo.
Un Presidente con tal poder, no le hace bien a la democracia, eso ya se experimentó en las épocas de regímenes corruptos.
Pero si la ministra Esquivel no logra la Presidencia, la vida pública de México tendrá una oportunidad para transitar con contrapesos en el ejercicio del Poder Público. Esto es lo que más conviene a los mexicanos.
Estamos a unas horas de observar visos del destino de México como Nación, y creo que el rostro de la corrupción tendría que lavarse. Ya casi no podemos ver de tanto lodo.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.